EN LAS ARENAS DE ARRAKIS

lunes, 26 de marzo de 2018

TAMBILLO Y CANCHAS BLANCAS DOS BATALLAS QUE NUNCA EXISTIERON






TAMBILLO Y CANCHAS BLANCAS DOS BATALLAS
QUE NUNCA EXISTIERON

El patriotismo es la virtud de los depravados.
 Oscar Wilde

            Meditando esta oración El patriotismo es la virtud de los depravados”, del brillante dramaturgo y escritor irlandés Oscar Wilde, no puedo dejar de pensar en la actitud de algunos estadistas de América Hispana, muy en particular de Evo Morales, presidente de Bolivia, quien en un deseo de mantener su gobierno a toda costa, juega a encender la llama de un patriotismo nacionalista que raya en la estupidez máxima, con  marchas catárticas que cada año realiza el estado boliviano en el día de la pérdida del litoral, alimentando viejos récores bajo el slogan “Mar Para Bolivia”, como recordándole al pueblo altiplano quien es su enemigo, y el porqué de su pobreza y subdesarrollo. Estas afirmaciones no las realizo desde mi nacionalidad chilena, ni mucho menos, creo que Chile y Bolivia deben llegar a un acuerdo sobre el tema de una salida soberana al mar, pero sostenida en un ambiente de amistad, sinceridad y confianza, construida después de años de trabajo en conjunto, un buen ejemplo de esto es la Unión Europea, que se inició en la década de los años 50’ entre dos estados que habían sostenido dos de las guerras más mortíferas del siglo XX, me refiero a Alemania y Francia, a través del tratado del “Hierro y el Carbón”. Ese momento existió entre ambos estados, cuando Bolivia casi al inicio del gobierno de Evo Morales y Chile durante la primera presidencia de Michelle Bachelet, realizaron un acercamiento político y económico real, concreto,  pero por esa estúpida idea política muy arraigada en América de obtener dividendos rápidos, se hecho todo el trabajo por la borda, hasta llegar al día de hoy, en un ambiente enrarecido y bajo una verdadera disputa por quien logra la “victoria” en el tribunal de la Haya. Creo que cualquier desenlace que tenga la demanda marítima de Bolivia frente al tribunal internacional, siempre será de derrota para ambos países.
       En este nuevo panorama de disputa, el gobernó de Evo Morales hace ya algún tiempo a estado construyendo un nuevo mito sobre la guerra del Salitre o del Pacifico, con una intención muy clara, sacar provecho político a largo y corto plazo, el juego que ésta realizando el presidente del país altiplano es peligro, pero no carente de utilidad práctica. Bolivia es uno de los países de la región más pobre y subdesarrollado, a pesar de que el gobierno de Morales ha logrado subir las cifras de educación, analfabetismo, producción, exportación, etc. Aún está lejos de lograr un desarrollo como Argentina, Colombia o Chile. Su largo gobierno de más de una década (22 de enero de 2006 hasta hoy) se ha ido gastando políticamente, y el pueblo boliviano espera un cambio en el timón de mando, por esta razón el año pasado durante el referéndum para realizar algunas enmiendas a la constitución, entre estas, permitir a Evo Morales una nueva reelección, el soberano dijo <<NO>>, como todo hombre que ha estado en el poder, Morales se a encariñado con este, su partido el MAS, también, ya saben: trabajo, puestos políticos, ayuda a la familia, corrupción en los puestos administrativos, entre otras preventas que vienen asociadas con el poder político prolongado por desgracia y que son tan difíciles de desarraigar en nuestra América Morena.
Por esta razón, Evo que se ve a sí mismo como un segundo fundador del estado boliviano, que ahora tiene el apellido de plurinacional, desea dar un golpe efectista a la sociedad entera de su país, al lograr la tan ansiada salida soberana al mar, a través del litoral que ahora está en posición chilena. Morales sabe que eso sería tan grande, que se encumbraría a los  sitiales de un Eduardo Abaroa Hidalgo (héroe de la Guerra del Pacifico) o  Luis Pando (héroe de la Guerra del Chaco), de ahí su demanda ante el tribunal internacional de la Haya. No contento con esto, a pesar de ser un gran logro frente a su pueblo y con ese espíritu de refundador o creador que parece tener en su mente mesiánica, ahora ha decidido cambiar el rostro de Bolivia, desde un país derrotado y humillado por todos sus vecinos (Chile: Guerra de la Confederación y del Pacífico; Perú: Guerra peruano – boliviana de 1841 -1842; Brasil: Guerras del Acre y Purús; Paraguay: Guerra del Chaco) a un país heroico, que por circunstancias torcidas ha sido derrotado, pero jamás humillado.
Eduardo Abaroa Hidalgo

Ahí está el punto en que Evo tiene serios problemas en su nueva visión de la historia de Bolivia, en todas las guerras que ha sostenido el país altiplano, solo con Chile no ha podido derrotarlo en ningún encuentro o batalla, las armas bolivianas solo han cosechado derrotas frente al ejército de Chile, por tanto, como lograr cambiar esa mirada es el problema.         
Por esta razón, el gobierno de Evo Morales en los últimos años ha impulsado una política para tergiversar la <<verdad histórica>> sobre los hechos de la Guerra del Pacifico, tanto las causas de esta, como las acciones de armas, con la clara intención de crear una “nueva” visión del conflicto que se ajuste a la ideología que sustenta hoy a su gobierno o sea de un pueblo heroico, jamás vencido y siempre vencedor. Este punto no nos debería sorprender para nada, es propio de ideologías de extrema derecha, como de izquierda, crear una serie de mitos en los cuales sustentan sus acciones, por ejemplo tenemos el caso de la dictadura del general Augusto Pinochet Ugarte, quien durante sus diecisiete años de gobierno personal, construyo una visión del prócer Bernardo O`Higgins y del ministro Diego Portales que se ajustara a su consigna de gobierno, por tanto, la manipulación descarada de los hechos históricos no son para nada sorprendentes, ya lo exponía el escritor británico George Orwell en su novela distópica  “1984”, en donde el cambió del pasado es una política de estado, para controlar a las masas ignorantes en el presente, ya que ”la ignorancia es la fuerza” como rezaba uno de sus slogans y fundamento ideológico, porque la fuerza es el control del poder por un grupo, como el MAS en el caso de Bolivia.
            Evo Morales está apelando a esta manipulación de los hechos históricos para crear su visión nacionalista y popular en el país altiplano, en donde se conjuguen tres elementos, el primero de ellos, construir la falsa identidad nacional única, aunque parezca una contradicción con la consigna que está en la Constitución,  en la cual se lee el concepto de “Plurinacional”, el punto esta en crear la concepción que el pueblo bajo, el ejército y el mundo indígenas siempre estuvieron unidos, ya que estos grupos fueron explotados por las elites de poder, de esta manera forman una unidad en la diversidad cultural y la explotación.

George Orwel
En segundo lugar, introducir un nacionalismo más extremo, sustentado en que su pueblo son orgullosos vencedores, guerreros indómitos que cuando están unidos en una causa de justicia nacional y defensa de su tierras son insuperables, por tanto las derrotas del estado boliviano en todas sus guerras se pueden explicar por acciones que escapan al pueblo mismo, ya que fuerzas oscuras dirigidas por la burguesía “vende patria”, egoísta y con una visión capitalista no han tenido ningún escrúpulo de anteponer sus deseos por sobre el bien de la patria, son estas elites políticas compuesta por empresarios mineros, ricos terratenientes, militares de alto grado corruptos, las que han logrado imponer un estado de derrota y postración permanente en Bolivia. Este grupo de la burguesía reaccionaria no ha sido capaz de oponerse a las fuerzas imperialistas mundiales del pasado como Inglaterra y su títere Chile, aún más se han unido a las políticas de estas para arrebatar el orgullo  y la riqueza nacional. 
En tercer lugar, esta nueva concepción de unidad y nacionalismo le permite al gobierno manipular la conciencia cívica del pueblo boliviano apuntando su descontento político y social en otra dirección, como por ejemplo los partidos de oposición, de esta manera el presidente Evo Morales como cualquier hombre de convicciones extremista desea crear una verdadera  dictadura  sostenida por una pantomima de democracia y derecho, muy parecido a lo que logro crear el coronel golpista Chaves y su  sucesor monárquico en la república bananera de Venezuela Nicolás Maduro.
            Es en esta política de afianzamiento de una dictadura “legal”, en que Evo Morales ha lanzado su ofensiva histórica sobre la Guerra del Pacifico y la pérdida del litoral. En un primer momento fue a través de su apoyo a ciertas “teorías” esgrimidas por historiadores bolivianos como Edgar Oblitas Fernández y su libro  “Historia Secreta de la Guerra del Pacífico",  Hugo Roberts Barragán "La Gran Traición" y Roberto Querejazu Calvo "Guano, Salitre y Sangre". Estos textos revisaban las causas que llevó a la derrota boliviana en la conflagración, haciendo de estas teorías verdades de estado, es en este interés por reescribir la historia y no por reinterpretarla, cosa que está bien, que el gobierno ha inventado literalmente victorias militares, que hasta unos años atrás era impensable, ya que las porfiadas fuentes así lo acreditaban.

Roberto Querejazu Calvo
            En este plano de crear victorias militares en grandes batallas se encuentra la de <<Tambillo>>, esta escaramuza entre soldados chilenos y bolivianos aparece por primera vez tergiversada en la película “Amargo Mar” del director Antonio Equino, quien tomándose una serie de licencias históricas hace aparecer la mencionada escaramuza como una gran batalla, en donde los bolivianos superados en número, sin comida, con la participación activa de mujeres, lograron derrotar a toda una división del ejército chileno (ver artículo en este mismo blog de la citada película). Ahora bien, las fantasías del director pueden ser en parte disculpadas, ya que los films son creaciones, y por tanto, poseen un espacio para inventar cuestiones sociales, políticos, económicos, entre otras cosas, que no necesariamente se ajustan a los hechos históricos en que supuestamente están fundado el guion, pero otra cosa es publicar un documento OFICIAL del gobierno titulado “Manifiesto del coronel Rufino Carrasco sobre la expedición al litoral boliviano en 1879”,  impreso por el Ministerio de Defensa del país altiplano en el año 2016.
            El citado texto  se divide en dos partes, en la primera, se realiza una biografía del personaje titulada: “General de Brigada Rufino Carrasco (1817-1891)”,  mientras que la segunda parte es un documento – fuente que fue escrito por el citado Rufino Carrasco y publicado en 1880, o sea en plena guerra.
            En la biografía de Rufino Carrasco,  el historiador boliviano realiza varias aseveraciones totalmente falsa, que incluso se contradice con el texto del propio Rufino, además de que todas las fuentes al respecto son categóricas al exponernos los hechos. El citado biógrafo nos afirma sin ningún grado de vergüenza, ni escrúpulos que: “Anoticiado el jefe chileno de Calama de estos hechos, envío a los “Cazadores del Desierto”, compuesto por 300 hombres, con el que combaten los “Franco Tiradores” bolivianos en el barranco de Tambillos el 6 de diciembre, realizando una verdadera cacería sobre los citados Cazadores” (p 6). Se puede percibir en la cita un nacionalismo mal disimulado y una sed de revancha, ya que el citado biógrafo utiliza un término muy poco apropiado al referirse a “seres humanos”, como “…una verdadera cacería…”, el deseo de magnificar los hechos salta a la vista, al igual que en la película del citado Equino, pero que hay de cierto en todo esto, veámoslo.

            Revisando las fuentes tanto chilenas, como bolivianas se puede construir los hechos acaecidos ese día 6 de diciembre de 1879, según testigos del poblado de Tambillo y sus alrededores recopilados por Eva Siarez en su libro de memoria histórica titulado “Crónicas”, los granaderos chilenos no sobrepasaba la veintena:  “cuando una pequeña división chilena de 20 granaderos a caballo que estaba de guarnición en Tambillo, al mando del teniente Emilio Ferreira fueron sorprendidos por 150 hombres pertenecientes a una montonera boliviana, al mando del Coronel Carrasco…”,  o sea la cantidad de granaderos es visiblemente menos a los exagerados 300 que coloca el biógrafo boliviano, esta información es aseverada por el propio Rufino cuando expone: “Despues de veinte minutos de combate se desalojó completamente al enemigo de sus posiciones inaccesibles, obligándolo á una fuga precipitada dejando en poder nuestro 19 prisioneros, 18 rifles wischester, 17 espadas, 26 véstias, monturas, fortituras, vestuario y municiones” (p 5), si el ataque boliviano hubiera sido en contra de trecientos hombres como alegremente nos dice esté biógrafo, la cantidad de armas, pertrechos y prisioneros serían considerablemente mayor, y no la exigua cantidad que nos expone Carrasco, concordando con el número de hombre que tenía el teniente Ferreira, este punto también es ratificado por Hilario Bouquet comandante de los Cazadores del Desierto, quien en carta al general en jefe del ejército Erasmo Escala asevera que la cantidad de soldados de Ferreira no sobrepasaba los veinte, carta aparecida en el “Boletín de la guerra del Pacífico 1879-1881”. Durante el juicio militar al teniente Ferreira por haber perdido a la casi totalidad de sus hombres, uno de los puntos utilizados por su defensa, fue que los bolivianos lo superaban ampliamente en número, las fuentes tanto chilenas como bolivianas desmienten tajantemente la ridícula aseveración del historiador – biógrafo de este texto.
            Con relación a la escaramuza, el (alférez) teniente Ferreira nos dice en carta del 25 de febrero de 1880, desde el puerto de Antofagasta, al historiador y político liberal Benjamín Vicuña Mackenna “Yo i la tropa, estábamos resguardados por una muralla de un poco más de metro de altura. El motivo porque eché pie a tierra fué porque solo tenía 52 tiros por plaza, la jente mui recluta para apuntar, i a caballo no habría podido hacer el menor daño a una masa de más de 160 hombres…” se desprende de la cita que Ferreira está en una clara inferioridad numérica y por esta razón se parapeto para causar más daño a las fuerzas de Carrasco, más aún en este punto ambas fuentes son concordantes, ya que el coronel Carrasco nos dice: “ Siguiendo la marcha á hora cinco, recibimos de súbito una descarga cerrada, á la que contestamos, sucedindose un fuego nutrido.- el enemigo dia ántes había elejido una posición ventajosa y construido parapetos…” (p 4).  Continuando el teniente Ferreira, esté nos refuerza el hecho de que sus hombres eran escasos y que se vio flanqueado con relativa facilidad por el numero abrumador de bolivianos “El reducido número de mi tropa, me dejaba siempre a descubierto del enemigo, por lo que luego me ví flanqueado por él, viéndome en la precisión de abandonar mi posición i retirarme a un cerrito, como a 200 metros a mi retaguardia. Al desprenderme de la muralla me dí un golpe, rompiéndome la mano derecha i sufriendo de la rodilla del mismo lado”, nuevamente en este punto Ferreira es corroborado por la descripción que realiza el coronel  Carrasco, cuando nos expone: “….- Ordeno al teniente Coronel Moscoso que mandara echar pié á tierra á su fuerza, desplegara por la izquierda en guerrilla y salvando una pequeña pendiente apagara los  fuegos contrarios…” (p 5).

            Aún más después de leer el manifiesto de Carrasco, se nota como buen militar, que desea exagerar su gesta, cuando afirma que un pequeño grupo de soldados podían defender las casi inexpugnables defensa de Tambillo, que él conquisto en veinte minutos, pero la verdad que su abrumador número de soldados, que superaban a las fuerzas chilenas según las diferentes fuentes entre uno a ocho, era casi imposible que fuera derrotado.
            La licencia que se toma el historiador boliviano en la escaramuza de Tambillo no termina ahí, sino que realiza una afirmación que puede considerarse tan o más falsa  que la anterior al decirnos: “Lejos de recibir el pequeño refuerzo que solicitaba para el rescate del Litoral, llega al campamento de aquellos leones del desierto un correo extraordinario con la orden terminante de retirada. Abandonando en poder del enemigo el territorio conquistado, tal como Daza hizo en San Francisco, haciendo tocar retirada precisamente en el momento en que nuestras fuerzas comenzaban a cantar victoria”.  Esta afirmación no tiene ningún asidero de nada, en primer lugar las fuerzas bolivianas de la fantasmagórica V división NO estaba preparada para ningún encuentro, carecía de suficientes tropas bien entrenadas, avituallamiento, armas modernas (aun usaban en su gran mayoría rifles con sistema de <<piedra>>), animales tanto de carga como monturas y dinero (incluso no tenían para pagar los sueldos de la soldadesca como el mismo Rufino Carrasco hace notar), como queda bien testificado en la correspondencia entre Narciso Campero y el estado mayor. Por otro lado, una gran expedición boliviana a través del desierto necesitaría gran cantidad de alimentos, forraje para los animales y agua, cuestión que por aquel entonces era imposible de obtener en la cantidad requerida en los pueblos de San Pedro de Atacama, Chiu – Chiu y Calama. Cualquier avance de una gran fuerza necesitaría grandes convoyes de aprovisionamiento o el desierto hubiera destruido a los soldados antes de combatir, eso lo comprendió Campero y Daza, incluso en Chile el presidente Pinto desde la lejana ciudad de Santiago decía: “Abril 13.-Anoche recibimos de Caldera otro parte tuyo en el que hablas de concentración de fuerzas peruanas i bolivianas sobre el Loa. ¿Qué fuerzas bolivianas son esas? Por donde han venido? ((No creo ni por un momento que peruanos i bolivianos piensen en pasar el Loa…”.  
Ahora por un momento pensemos en forma positiva, pensemos que las fuerzas de la V división estaban listas y bien armadas, que los alimentos sobran, al igual que el agua, de llegar a la costa deberían batir a una fuerza de chilenos de más de tres mil plazas, con armamento de primera y con el apoyo de la armada, fuertemente parapetadas. Por esta razón Campero no pudo enviar refuerzo, sabía de la inutilidad de la acción y del desastre que provocaría.
             Toda esta historia inventada por el biógrafo de Carrasco tiene como objeto crear la idea entre los lectores que Bolivia perdió la guerra por las elites de poder corruptas y vende patrias, ya que se afirma que después de la “gran victoria” de Tambillo Rufino fue encarcelado y sus hombres disueltos: “El temible Flores, desarmó y disolvió a los “Franco-Tiradores” que volvían triunfantes del desierto y al que el pueblo justiciero manifestaba francamente su adhesión, gratitud y simpatía” , pero en realidad Rufino fue detenido por realizar una serie de críticas al alto mando, incluido al general y presidente Narciso Campero, de las cuales salió absuelto. Mientras que no está claro que los Franco – Tiradores hayan sido disueltos por motivos políticos o relacionados con sus acciones en Tambillo, las fuentes nos dan a entender que fueron absorbido por otros batallones, ya que los vemos batirse en una de las verdaderas batalla de la guerra, nos referimos a la del Campo de la Alianza en Tacna, en donde las fuerzas bolivianas fueron diezmadas y destruidas por el ejército expedicionario chileno.
            Otra batalla fantasma, creación del gobierno de Evo Morales y sus asesores es la de Canchas Blancas, a diferencia de la anterior, de está no se tenía ningún registro, no habían fuentes, ni partes militares, ni informes, no habían testimonios, por tanto no aparecía en los libros de historia e investigación de ambos países, pero el Ministerio de Defensa de Bolivia en un mágico y portentoso hallazgo, publico “Memorias del Cnl. Ezequiel Apodaca. Potosí-Cotagaita-Camino a Canchas Blancas 1879-1880”, el lanzamiento de este documento oficial e inédito fue durante la conmemoración del día del Mar, por las máximas autoridades, de hecho tanto Evo Morales como su vicepresidente Álvaro García Linera realizaron sendas rondas de prensa para alabar la gesta del ahora famoso coronel Apodaca.

            Según el presidente Evo Morales, esta “gran victoria” del pueblo boliviano sobre el invasor chileno, fue una de las más grandes gestas de Bolivia durante la guerra, los chilenos deseaban apoderarse del sur del país altiplano, pero el pueblo bajo, el ejército y las comunidades indígenas se unieron para realizar tal epopeya, de más está decir que esta batalla representa el ideal del estado plurinacional, aún más, parece que la trascripción de la susodicha memoria fuera una falsificación para que se ajustara perfectamente a las ideas de Evo y sus amigos del MAS. Cuando los periodistas le consultaron porque no se sabía nada de esta grandiosa victoria, Morales dio la explicación más peregrina que se pudiera dar, dijo: "la gesta fue <<maliciosamente>>escondida por las élites de ambos vecinos, aún más <<Chile viola el derecho a la información>> mientras que el vicepresidente aseguraba que existía una gran conspiración de las élites para acallar un hecho que hubiera traído consecuencias graves para Chile, como era involucrar al Paraguay a una lucha contra Argentina  que los chilenos no solo querían “quitar” el mar a Bolivia, sino todo su territorio sureño y llegar hasta Paraguay para supuestamente promover desde allá una guerra contra Argentina”, en esta misma línea el coronel Edmundo Sanabria, jefe del departamento de Historia del Ejército Boliviano, señala que “esa documentación era comprometedora contra Chile” ,y por tanto, hubo un pacto de silencio entre grupos de la élite boliviana y chilena para recuperar los panfletos y negar la batalla de Canchas Blancas.
            Todas las explicaciones dadas por las autoridades bolivianas sobre el porqué no se sabía nada de tamaña gesta, son por no decir otra cosa muy ridículas. Rebatiendo lo dicho por Evo Morales, la prensa chilena durante todo el conflicto tuvo una extrema libertad de información, tanto así que el almirante Miguel Grau en su bitácora nos expone que gran parte de las acciones chilenas las leía en los diarios que incautaba. Con relación a las acciones de inteligencia y complot para involucrar a terceros en el conflicto, la documentación oficial, además de la privada es muy extensa y exhaustiva, a través de esta se conoce el espionaje hacia Argentina por Arturo Prat (utilizada por los medios oficiales y periodísticos del país del Rimac en contra de Chile durante la guerra), la oferta hacia Bolivia para salirse de la alianza, incluso pasarse al bando chileno recibiendo en compensación Tacna y Arica, el involucramiento de Estados Unidos, Inglaterra, Brasil. Ecuador, entre otros, porque razón entonces no debía saberse esa tan “comprometedora información sobre Paraguay”, al menos que sea falsa, recordemos que después de la Guerra de la Triple Alianza 1864-1870 (Paraguay en contra de Uruguay, Brasil y Argentina), el estado paraguayo quedo literalmente en el suelo, sus ciudades devastadas, su economía destruida casi hasta sus cimientos y su población masculina diezmada a tal punto que hasta ahora se sienten los efectos, por tanto Paraguay no estaba en condiciones de ser arrastrado a una guerra que hubiera sido su definitivo suicidio.

Otro punto que no está claro para nada, es por qué las elites tanto de Chile como de Bolivia guardaron silencio, se puede comprender que la oligarquía chilena deseara un silencio encubridor, pero las bolivianas a título de qué iban a defender los intereses de Chile, aún más permitieron a los chilenos recuperar los supuestos panfletos y destruirlos, qué perdían los empresarios  bolivianos en concreto si no ayudaban a la oligarquía chilena, debemos tener en cuenta que con este último estaban en guerra abierta y declarada. El señor Morales y sus ingeniosos ministros inventores de victorias aún no han podido establecer las causas concretas de esta supuesta ayuda, solo se han quedado en sus simplonas, pero rimbombantes oraciones, por el contrario para Bolivia hubiera sido tremendamente beneficioso el contenido de estos panfletos, como lo fue para Perú, cuando se apodero de la libreta de anotaciones de Arturo Prat después del combate de Iquique, sacando un buen provecho de lo citado por el héroe chileno cuando estuvo espiando a los argentinos y sus fuerzas militares, estos panfletos  hubiera inclinado a la vacilante Argentina  a un roce diplomático con Chile que pudo haber terminado en una alianza con Perú y ellos, dando un respiro a las derrotas fuerzas aliadas. Las explicaciones de las autoridades altiplanas sobre el encubrimiento de la “Batalla de Canchas Blancas” son por decirlo de una manera suave insostenible a todas luces.
            El celebrado documento “recién encontrado”  nos relata una batalla ocurrida el 12 de noviembre de 1879, en este escrito nos afirma que el ejército de Bolivia propinó un durísimo golpe a las tropas chilenas en la zona conocida como Canchas Blancas, en la región de Potosí, causando centenares de bajas y frenando una invasión a todo el sur de Bolivia. El coronel Apodaca relata que el ejército tenía reportes sobre la presencia en la zona de Canchas Blancas de unos 1.400 soldados chilenos de las tres armas (infantería, caballería y artillería), esta fuerza invasora tenía la misión de apoderarse de la ciudad de Potosí y de los ricos yacimientos minerales existentes en el lugar, además de conectarse con la frontera Paraguaya y realizar una alianza a través del llamado a su nacionalismo recientemente humillado en la guerra de la Triple Alianza.

El coronel Apodaca continua su relato diciéndonos que sabía que las fuerzas chilenas necesitaban con urgencia agua, por tanto tres días antes de la batalla los bolivianos compuestos de los regimiento “Ayacucho”, el “Méndez y el “Granaderos” de Tarija, al mando de sus jefes Lino Morales, Miguel Estenssoro, Justo Villegas y Mariano Colodro, se atrincheraron cerca de un ojo de agua esperando al adversario y repitiendo varias veces el lema “vencer o morir”. En la noche del 12 de noviembre, la columna chilena se acerca al ojo de agua, es en se momento que las fuerzas bolivianas inician el ataque sorprendiendo en emboscada al enemigo, los chilenos no pudieron formas para combate, ya que las fuerzas del ejército de Bolivia atacaban frontalmente, mientras que por la retaguardia los quechuas utilizando hondas derribaban a pedradas a quienes huían, agrega el relato. Entrada la noche las fuerzas invasoras eran totalmente rechazadas. Finalizada la contienda, un coronel desconocido de apellido Villarpando se emocionó al dar un discurso de agradecimiento a los “indiecitos” por haber salvado a Potosí y defendido la Patria.
El balance final de la batalla  firmado por el coronel Lino Morales, fue de 300 chilenos muertos y 400 heridos, muchos de gravedad “que a cada rato mueren por heridas recibidas en combate con bayoneta”,  la tropa boliviana se hizo con un botín que incluía armamento y caballos, pero también miles de panfletos que mostrarían una supuesta intención de Chile de atravesar Bolivia para llegar a la frontera con Paraguay.
El problema de esta fuente es que no se puede contrastar con ninguna otra, por tanto, debemos suponer que todo lo que dice es real y no una alucinación del supuesto coronel Apodaca  o una falsificación burda del gobierno de Evo Morales, como parece ser.
Suponiendo que tal fuente es verídica en sus más mínimos detalles, aún quedan muchas interrogantes que explicar. En primer lugar, según este escrito las fuerzas chilenas serían de unos 1400 hombres de las tres armas de guerra. Un número muy elevado si consideramos la cantidad de población de Chile en la época, recordemos que para la campaña de Lima el ejército de Chile realizando esfuerzos titánicos levanto un ejército de veinte mil soldados, más las fuerzas de ocupación que ascendían a cinco mil. Por tanto, la perdida de tal cantidad de soldados y un desastre de esa envergadura sería imposible de encubrir, más aún, con una presa totalmente libre de informar cómo era el caso de la chilena, que realizaba terribles críticas al gobierno cada vez que las fuerzas del país sufrían un revés, recordemos el caso de la pérdida del barco de trasporte  Rimac o la derrota de las crestas de Tarapacá. Según el parte de Apodaca 300 soldados murieron, cifra que equivale a la derrota en la mencionada batalla de Tarapacá, mientras otros cuatrocientos cayeron prisioneros, si sumamos a los prisioneros y los que lograron huir quedan mil cien soldados que debieron guardar silencio toda su vida, además de sus familias, cosa que ya es muy difícil que suceda, por no decir imposible, a esto debemos agregar que parte de la oficialidad chilena estaba compuesta por hijos de la oligarquía chilena, con poderosas influencia política, cultural y económica, que no se hubieran callado si estos estuvieran cautivos o muertos en una batalla.

Narciso Campero
En segundo lugar, la fuente nos habla de un contingente muy numeroso de hombres y animales que debieron cruzar el desierto y luego avanzar por el altiplano, la pregunta es con que fueron avituallados, ya que la cantidad de forraje y alimento que se requiere es mucha para zonas más bien pobres agrícolamente como Calama, San Pedro y Chiu –Chiu. Cuestión que fue el mismo problema logístico que menciona Narciso Campero y Daza para organizar una contra ofensiva hacia el litoral, por tanto organizar una expedición de ese volumen hubiera requerido de un convoy inmenso traído de la zona central de Chile, nuevamente nos toparíamos con documentación oficial y testimonial que nos hablara de las compras, del trasporte, del movimiento de batallones enteros, entre otras cosas, pero nada, no existe ningún mínimo documento.
Tercer lugar, la supuesta batalla se dio el 12 de  noviembre de 1879, fecha en que el ejército que ocupaba la zona de Antofagasta se componía de un batallón del regimiento Lautaro que tomo posición en la ciudad de Tocopilla; los  Cazadores del Desierto que fueron destinados a la guarnición de Calama. Además de esta fuerza había batallones cívicos. Por tanto las tropas chilenas no ascendían a más de 600 hombres aproximadamente, el resto del ejército o sea 9.500 soldados se encontraban en plena campaña de Tarapacá, después de haber conquistado el puerto de Pisagua a fines del mes octubre de 1879.  Como se puede apreciar, Chile no tenía las tropas que el Coronel Apodaca dice haber batido en la zona de Canchas Blancas.
Otro de los problemas de la fuente en sí, es que no se tiene ningún respaldo adicional sobre el tema, en los partes oficiales del ejército de Chile no se hace ninguna alusión, no hay cartas, ni diarios, no se sabe que batallones integraban la expedición y cuáles eran sus oficiales al mando. Tampoco se tiene ninguna noticia sobre los prisioneros y no aparecen en los registros oficiales cuando se firmó el armisticio de 1884, tampoco está en las listas de intercambio de prisioneros seguido con cierta regularidad por los tres países, siguiendo la convención de Ginebra. Por el lado boliviano es exactamente lo mismo, no hay cartas, diarios,  no se menciona en el “Diario de la Campaña de la Quinta División” texto muy exhaustivo, que si menciona otras escaramuzas con tropas chilenas. Nunca Narciso Campero, Comandante de la División, menciona lo de Canchas Blancas en sus cartas, ampliamente difundidas, sobre todo la del 23 de noviembre firmada en Tomave, 11 días después del supuesto hecho de armas, teniendo en consideración que una delegación de tres oficiales entre los que estaba Apodaca fueron a informar personalmente a Campero sobre la victoria, esto es algo que da para pensar. A parte de todo lo antes expuesto, ningún oficial boliviano que participo en el encuentro bélico, a excepción del citado Apodaca habla de la batalla, en cartas, memorias o texto de alguna clase, tampoco sus familiares escribieron a título de memorias o relatos sobre tal gesta, por tanto, solo queda una explicación muy clara, que el supuesto documento genuino, es una clara falsificación.  
Otro punto que refuerza todo lo antes dicho y que es por naturaleza muy cuestionable, es que NINGÚN gobierno anterior al de Evo Morales, incluso los más nacionalistas, había celebrado este triunfo, pensemos que Bolivia siempre ha exaltado sus derrotas heroicas frente a Chile, como la batalla de la toma de Calama (Topater), Germania, Pisagua, San Francisco, Tacna (Campo de la Alianza), entre otras, por tanto, hubiera sido más importante celebrar una batalla victoriosa de las proporciones citadas en el diario de Apodaca y no esconderla por más de CIEN AÑOS, cuando ningún daño podría causar a las “elites de poder de los dos países”.
La evidencia es demasiado contundente para creer que alguna vez existió una batalla de Canchas Blancas, ni siquiera el gobierno ha ordenado un estudio arqueológico de la zona para tener más pruebas de la susodicha “EPOPEYA” o a permitido a peritos de su país o extranjero revisar el documento, para verificar su autenticidad a través de pruebas científicas. Por tanto, solo, cabe en este caso dos hipótesis, una que la tan bullada batalla solo haya sido una escaramuza entre una patrulla chilena y fuerzas regulares de la V división, cosa que fue común en esos días, luego claro esta exagerada en los textos como la de Tambillo. La segunda que esta sea solo una triste y perversa manipulación del gobierno de Evo Morales para inventar un triunfo y luego sacar provecho político de esto en forma inescrupulosa e indecente, personalmente me deseo inclinar por la primera hipótesis, la segunda seria verdaderamente desalentadora.
Cosas como esta hacen que un acercamiento SERIO hacia una negociación sea tremendamente DIFICIL, por el grado de deshonestidad que tiene el gobierno de Evo Morales. Si el presidente de Bolivia desea una salida al mar, deberá nuevamente desandar sus actos, luego realizar una serie de negociaciones que estructuren un plan de acercamiento hacia Chile, donde la confianza, la buena fe y los puntos que unen a ambas naciones sea el pilar fundamental para después de algunos años iniciar la negociación con vista a una salida soberana al Océano Pacífico, a los franceses y alemanes les costó cincuenta años llegar a una unión, el gobierno altiplano no puede pensar que mañana tendrá la soñada salida al mar.  Para lograr ese fin, los dos países deben mirar el pasado, sin  mentiras, sin batallas que nunca existieron, sin nacionalismos trasnochados y consignas patrioteras que buscan el odio, sino con alturas de miras para construir un futuro mejor para ambas naciones y para que la frase de Oscar Wilde “El patriotismo es la virtud de los depravados” no se haga una verdad de estado.


miércoles, 14 de marzo de 2018

H.P. LOVECRAFT: EL SEÑOR DEL TERROR CÓSMICO SEGUNDA PARTE






H.P. LOVECRAFT: EL SEÑOR DEL TERROR CÓSMICO

SEGUNDA PARTE


Dedicado a mi amigo Miguel
Acevedo que ha realizado
valiosos aportes a los estudios
sobre el Oscuro de Providence.
 Leer al final reseña.

            En este punto nos parece prudente realizar un pequeño paréntesis para explorar las fases literarias del Profeta de las cosas terroríficas de Providence, para de esta forma comprender mejor como su narrativa fue evolucionando hasta convertirse en lo que conocemos como terror cósmico. Su obra se puede dividir sucesivamente en tres partes muy marcadas según la mayoría de los especialistas y a la que nosotros adherimos por ser más fácil su estudio (en este punto no existe un consenso absoluto, algunos plantean que en realidad la narrativa de Lovecraft se debe divide en cinco ciclos, los cuales se sostienen en proyectos o temas muy concretos, estos son: Onírico, Nueva Inglaterra, de las Civilizaciones Perdidas, de Randolph Carter y de los Mitos de Cthulhu), pero sin que exista un corte abrupto que separa una de la otra, más bien es un cambio sutil que se va gestando en el relato de horror, probablemente por la maduración de sus ideas narrativas y su pensamiento filosófico, recordemos que H.P. Lovecraft no tenía una educación formal y estructurada, era más bien dispersa, con diferentes horizonte o finalidades al mismo tiempo, que podían estar en contra posición muchas veces, esto lejos de ser un problema, le entregó una pluralidad de ideas que a largo plazo lo hizo tener concepciones  más profundas y reflexivas, que el común de las personas con una formación intelectual más formal.
Volviendo a su narrativa, la primera de estas fases literaria es conocida como puramente “Gótica” o como muy bien nos dice el propio Lovecraft en una carta a Elizabeth Toldridge escrita el 8 de Marzo de 1929, “…son mis obras poeanas…”, debido a la decisiva influencia de Edga Allan Poe en la construcción de mundos oscuros y laberinticos, creando una atmosfera de locura y simbolismos, como me hizo el alcance un amigo mío, cuando me dijo “siempre acecha la sorpresa espeluznante en el relato”, los elementos como antiguas mansiones o  grandes castillos se presentan para crear el ambiente siniestro, por supuesto no faltan las extensas praderas, profundos pantanos o espesos bosques lejanos y desolados, en donde la oscuridad simbolizada en la noche es la liberalizadora del mal. El relato siempre ésta circunscrito al misterio de la investigación para conocer la verdad más endemoniadamente inquietante como por ejemplo en el relato “The beast in the cave” (La bestia de la Caverna) de 1905. El punto flaco de esta narrativa inicial, es a todas luces la falta de profundización en la psicología de los personajes, pero que es totalmente perdonable en Lovecraft, ya que aún ésta experimentando su estilo literario.   


El segundo periodo que se empieza apreciar a partir del año 1920 aproximadamente es el conocido como “Onírico  o Macabro”, como nos dice Rafael Llopis en su libro “Los mitos de Cthulhu: H. P. Lovecraft y otros. Narraciones de horror cósmico”, el Oscuro de Providence solía definir este período de su creación como “…mis obras dunsanianas …”  En esta fase literaria, el Extraño de Providence explora los elementos trágicos del hombre atisbando los puntos de decadencia social y espiritual del sistema liberal e industrial, exponiendo como el individuo se ve asfixiado por este sistema de cosas, esto se puede percibir en sus relatos en la creación de paisajes de pesadilla, el lector es invitado a recorrer los siniestros mundos oníricos, tierras que están en la más absoluta oscuridad, con espacios laberinticos en los cuales los elementos de sueños pestilentes se hacen presente, pasando de la realidad al sueño sin fijar un límite exacto y tangible, se puede apreciar claramente la influencia decisiva de Lord Dunsany y también por su puesto de Robert W. Chambers, de este último escritor debemos destaca como  toma prestado los elementos progresivos y opresivos narrativos de civilizaciones antiguas y perdidas que a través de sus vestigios el protagonista se puede trasportar en este viaje onírico a conocer una verdad espeluznante e insondable, esto se palpa claramente en relatos como “The cats of Ulthar” (Los gatos de Ulthar) escrito en 1920 o en la que los especialistas catalogan como la más importante de este período por poseer todos los elementos oníricos muy bien definidos, me refiero a “He dream-quest of unknown Kadath” (La búsqueda onírica de la desconocida Kadath)  escrita entre 1926 y 1927, pero publicada tardíamente en 1943.  
Como he mencionado Lovecraft  en esta primera y segunda etapa será fuertemente influenciado por varios escritores, que el Extraño considera “imperdibles” y cimentadores en gran medidas de sus concepciones literarias, de hecho se veía a sí mismo como el continuador natural de estos, a tal punto que escribió algunas narraciones inspiradas en los escritos de esta “saga de literatos”, muchos de ellos transformándose en personajes de sus obras o fuentes de estas, siendo citados con profusión.


Edward John Moreton Drax Plunkett
Detengámonos para hondar un poco más en estos imperdibles escritores sacrosantos a los que H.P. Lovecraft tanto hace mención. El  primero de estos narradores inspiradores es sin duda  Edward John Moreton Drax Plunkett (1878-1957), más conocido por su título nobiliario, que dicho sea de paso le servía como seudónimo “Lord  Dunsany” (Edward en la práctica ostentaba el rango de Barón), este escritor que se hizo famoso en el siglo XIX por sus historias fantásticas, de reinos mágicos y maravillosos, con tramas muy sugerentes sobre libros de carácter profanos y prohibidos, es uno de los escritores que explora el poder del universo de los sueños como un elemento estético narrativo, probablemente estimulado por los trabajos de Freud. Lovecraft se siente fascinado por este autor al cual rinde homenaje en varias de sus narraciones, no solo nombrándolo como parte del stand de escritores herméticos sabedores de los secretos profanos, sino como parte del cimiento de su creación teológica como veremos más adelante, debemos comprender a Lord  Dunsany como una especie de profeta mistérico, algo muy parecido a lo realizado por los augures romanos capaces de informar sobre lo desconocido por voluntad de los dioses a creyentes como Howard Phillips.
Una segunda influencias en el Extraño de Providence fueron el poeta y pintor  William Blake (1757-1827) y el escritor Nathaniel Hawthorne (1804-1864), de estos escritores bebió sus construcciones mitologías y relatos de pesadilla, si bien marcaron con profundidad sus ideas, no fueron de su círculo de profetas malditos y corruptos, más bien tiene un grado menor en las ideas teológicas de Lovecraft, son una especie de guías en el oscuro camino del terror. Un escritor que si tiene las características de profeta de primer orden, todo un “Jeremías” en las ideas de terror cósmico es  el gran poeta y narrador romántico Edgar Allan Poe (1809-1849), el cual Lovecraft leía una y otra vez con obsesión, hasta transformar a este escritor en parte de los pocos iluminados conocedores de las verdades impías, como olvidar en este punto cuando inspirándose en el relato de Poe “Las Aventuras de Arthur Gordon Pin” realiza una continuación de la “idea esencial” de la narración, me refiero al sentido de la muerte como tragedia oscura e insondable, en la novela corta “Las Montañas de la Locura”, recordemos que el libro inconcluso de Poe nos advierte de la existencia de una tierra poblada por seres “blancos”, seres que representan la “muerte” inevitable, ese destino trágico del hombre del cual le es imposible huir, como también aparece representado en el personaje  Moby Dick en la novela romántica homónima de Herman Melville. Está verdad “blanca” terrorífica que se encuentra contenida en el territorio “ignoto” del Sur Antártico, en algún momento se desatará como una bestia y devorará todo el mundo de la vida a través del manto blanco de la destrucción, por esta razón Arthur  Gordon Pin expone el terror que se avecina, pero sin conocer a cabalidad la realidad a lo que se enfrenta. Lovecratf, toma la idea inicial de lo “blanco” terrorífico como dijéramos, para profundizar sobre este punto de la muerte, entregándole un sentido trascendental cósmico a través de la existencia de una raza salida de tiempos inmemoriales extraterrestre que esta presta a renacer nuevamente, Arthur solo encontró una parte de esta realidad, por ello no termino en la locura máxima, pero William Dyer,  el geólogo y protagonista de “Las Montañas de la Locura” sí, porque él pudo apreciar en toda su magnitud el terror desenfrenado que a guarda a la humanidad detrás de las palabras  “Tekeli – li”.
Arthur  Gordon Pin

Otro escritor que tuvo una fuerte influencia en el oscuro de Providence en su primer periodo, aún que no al mismo nivel de Poe, pero que si marco mucho su pauta teológica de terror, fue el periodista y narrador estadounidense Ambrose Bierce, y su obra el  “Diccionario del Diablo”, cabe decir que este escritor se volvió todo un mito  para Lovecraft y para un gran porcentaje de los lectores norteamericanos tras desaparecer en México durante la revolución, en las tierras del norte de este último país, guerra civil que dirigía el mítico Pancho Villa, solo como una anécdota, la película “Gringo Viejo” esta sostenida en el argumento de un Bierce que se unió a las fuerzas villistas para conquistar una hacienda - fortaleza, solo por el deseo de sentirse nuevamente vivo y fuera de las rutinas.
Uno de los escritores que va a marcar con más fuerza las ideas de Lovecraft y que se trasformara al igual que Poe en uno de los grandes profetas de sus concepciones teológicas cósmicas será  Robert W. Chambers (1865-1933), de este autor extrajo nada menos que la idea fundamental de su teología, la existencia de un libro impío llamado el Necronomicon, un texto primigenio y aberrante en el cual se sostuviera todo el andamiaje de la nueva  ciencia – mitológica – religiosa de su terror cósmico. Esta influencia encubo y desarrollo a partir de la lectura del cuento “The King in Yellow”, obra interesante desde el punto de vista estético y tremendamente sugerente en la percepción del terror como una construcción historicista -mitológica, la trama se sostiene a partir de un mito sobre un libro “inmundo”. Un comentario que debo realizar sobre esta obra, es una verdadera pena que este libro en la actualidad  se vea más bien como una lectura de museo, para especialistas e investigadores, que como una genuina obra narrativa terrorífica, ya que después de su lectura se puede comprender porque razón Lovecraft sentía tal pasión por esta, ya que posee el carácter vivencial del terror.
Ambrose Bierce 
Otro profeta menor es M.R. James (1862-1936), que tuvo una influencia en Lovecraft a través de sus cuento de fantasmas, en donde el concepto de lo “inevitable”, de lo trágico, adquiere un sentido grotescamente estético, muy inspirador si consideramos que todos los relatos de Lovecraft tienen un denominador común, el concepto del “espíritu fáustico”, siempre en sus finales queda la sensación de un mal que lo destruirá todo al mejor estilo del “Loco de la Gaya Ciencia”, que predica la muerte de todo como un acto de purificación del espíritu creador humano; y finalmente, tenemos a los escritores Algernon Blackwood (1869-1951) y Arthur Machen  (1863-1947). El primero de estos es de origen inglés, su vida es una verdadera leyenda construida como si fuera una novela de aventura, ya que siendo joven se trasladó a Canadá en donde trabajo de granjero y encargado de un hotel, en la región de Alaska fue minero y finalmente en la ciudad de Nueva York se hizo periodista. De regreso a Inglaterra inicio su vida literaria, escribiendo relatos de terror que se basaban en parte en su agitada vida, tuvo por su puesto un gran éxito, algunos investigadores creen ver que las ideas góticas y terroríficas del autor fue inspirada en sus creencias relacionadas con la organización secreta Golden Dawn. Lovecraft sentía una sincera admiración por este escritor, ya que gustaba de la peculiar atmósfera mágica de sus cuentos, el Extraño de Providence sentía por él una veneración de un maestro oriental de lo oscuro y terrorífico, por esta razón en su narración  “La llamada de Cthulhu” la inicia con una sugerente cita de su retorcido pensamiento “(Encontrado entre los papeles del difunto Francis Wayland Thurston, de Boston) “Resulta concebible pensar en la supervivencia de tales poderes y criaturas [...] una supervivencia de una época inmensamente remota en la que [...] la consciencia estaba manifestada. quizá, en formas y figuras que desaparecieron hace mucho ante el avance de la humanidad [...] formas de las que sólo la poesía y la leyenda captaron un fugaz recuerdo llamándolas dioses, monstruos, y criaturas míticas de todo tipo y especie…” El segundo escritor es otro de los sabios del horror según Lovecraft, ya que sus relatos nauseabundos y llenos de inquietantes visiones de pesadillas hizo al Oscuro de Providence navegar por las aguas que el tanto amaba, uno de los relatos que más lo marcaran de Machen será su novela corta “El Gran Dios Pan”, dios griego que Howard rendía un especial culto así que cuando escribió su narración “El horror de Dunwich”, tuvo una marcada atmosfera de terror al estilo de la novela de Arthur Machen, la influencia de un gran profeta en la tercera fase de la creación narrativa de Lovecraft, ya que lo alejo de sus relatos de estilo dunsanyano y lo puso en la senda de los Mitos de Cthulhu, a través de las ideas del escritor inglés, Howard dará forma a la siniestra Nueva Inglaterra y a la construcción de la teología – religión en que se basaría sus escritos.
Arthur Machen

Esta primera  y segunda etapa en la narrativa de horror de Lovecraft se puede definir como de aprendizaje de escritores que él los veía como maestros y profetas de lo que se avecinaba, nos referimos a la obra madura del Oscuro de Providence denominado “Los Mitos de Cythulh”, por esta razón encontramos una constante búsqueda de un estilo propio, realizando una serie de experimentos narrativos como sus relatos de corte dunsanyano, este período de maduración será la base para su tercera y decisiva etapa de escritor de horror.     
La tercera etapa en Lovecraft es el denominado periodo de “Los mitos de Cthulh” es evidente que en este tercer periodo, el Oscuro de Providence vertió toda su fuerza creadora, los primero relatos si bien eran respetables narraciones de carácter  gótica u onírica, no era lo que buscaba Lovecraft, él deseaba desarrollar toda una mecánica de pensamiento, una idea global y globalizante, por esta razón su tercera etapa estará marcada por una dialéctica constante entre el relato  de fantasía maravilloso o numinoso y la técnica como expresión constante del progreso infinitito del hombre, idea a la que se suscribía nuestro escritor con pasión. Detengámonos en esta contradicción tan estimulante y productiva en Lovecraft. Tenemos que nuestro escritor tenía la constante necesidad de exponer temas en su teología a través de una serie de narraciones en donde prima los seres cósmicos o del inframundo, seres que por sus características escapa a toda explicación racional, pero por otro lado, la narrativa de P.H. Lovecraft está sustentada por la idea de la ciencia como motor de conocimiento y esta última sostenida a su vez por el progreso indefinido que parece ser la idea central en la que está inmerso el positivismo de occidente de la época de Lovecraft. 

Alberto Camus
El extraño de Providence  se da cabalmente cuenta de esta dialéctica y la explota cual Hegel de las letras, ya que percibe la paradoja de la contradicción en la “idea”, en donde subyace el verdadero Leit Motiv  de su obra creadora, la especulación irracional, la fuerza pasional, aquella energía tan primitiva, pero a la vez tan nueva que conocemos como lo irracionalmente puro, la locura, el miedo, la risa en cierta medida la <<FE>> misma en la maravilla de la fantasía, estas fuerzas irracionales dan el verdadero sustento a la vida. ¿Cómo un hombre sabe que vive?, es la pregunta que debió realizarse Lovecratf, para responderla con la única respuesta capaz de satisfacer su mentalidad inquisidora, a través del miedo irracional a la muerte, en este punto podemos recordar la idea fuerza que subyace en la obra “El Extranjero” de Alberto Camus, en donde el protagonista se da cabal cuenta de la verdadera finalidad de su ser y la trascendencia real del hombre, una vez que es condenado a muerte. Es la misma idea que está presente en Lovecraft, los protagonistas se dan cabal cuenta de su existencia, cuando comprenden su insignificancia frente al cosmos, frente a fuerzas irracionales, debido a que por su característica no puede ser contrarrestada con el entendimiento y la esperanza.
En este juego dialectico, que lejos de incomodar a Lovecraft, lo estimula a su creatividad, es en donde inserta su nuevo mito, la verdad revelada por él, supremo Zarathustra de las nuevas realidades, un verdadero “Altazor” creador. El Mito de Cthulh, en la práctica es la construcción de una realidad religiosa – maravillosa, explicativa de la existencia del hombre en el mundo. Debemos tener presente que Lovecraft no cree que él sea un pontífice de una religión, él sabe que sus relatos son una construcción narrativa sacada de su imaginación, pero también conoce que esta nueva explicación que guarda algunos elementos de la ciencia, son más “ditirámbico” y “estimulante” que la verdad de las religiones establecidas, desde muy pequeño prefería un paganismo excitante a un  cristianismo frío y estructurado como lo comprendía él.
También se da cabal cuenta que la ciencia es un buen primer escalón, pero es impotente para dar una clara y satisfactoria explicación completa de la realidad humana, podemos decir, y citando a Llopis nuevamente “Es importante destacar que en la obra de Lovecraft lo racional y lo irracional conviven fraternalmente, de tal modo que la realidad (lo racional) en sus cuentos y novelas no necesariamente es independiente de lo irrazonable, ya que no son estadios evolutivos, sino conceptos que se acoplan.


Es en este punto crucial en donde se le aparece al Extraño de Providence el tema de la modernidad y la problemática de la “existencialidad”, una verdadera  tortura intelectual, ya que Lovecraft desea la estabilidad, lo concreto, aquello que le da sentido creador, no se puede jugar la carta de la “religión cristiana”, porque no cree, aún más tiene la más absoluta convicción de que “Dios ha Muerto” después de leer a Nietzsche, por tanto sería una total incongruencia intelectual desandar el camino del ateísmo puro y existencial, en una entrevista al más importante especialista en la vida y obra de Lovecraft, S. T. Joshi, este clarifica este punto cuando nos dice: “Lo único que me importa es la civilización", con esto se refería a un estado de la sociedad en que la expresión estética pudiera florecer y no hubiera un cambio radical de ella”, que le queda entonces, unirse alguna ideología “materialista”, no, por supuesto que no, para éste momento de la vida de Lovecraft, el mundo del marxismo, es la rebelión de las masa innobles, una ideología que guarda un concepto de igualdad social al cual él no está dispuesto a unirse, por ser un sincero defensor de los valores de la monarquía, ya que él ama la grandiosidad de una nobleza perdida, por eso desprecia todo el discurso socialista y comunista, como lo hace con el cristianismo, esta visión cambiara con los años y como sabemos al final de su vida tiene cierta concordancia con las ideas del socialismo norteamericano y los cambio realizados por el presidente D. Roosevelt.
Es en este momento de encrucijada donde decide construir su propio mito creacionista, esta nueva teología está sustentada en los hallazgos científico y en el pensamiento positivo, para luego adentrarse en realidades existentes, pero que por su misma naturaleza escapa a la explicación científica, pero no a la descripción, por esta razón los relatos de Lovecraft están llenos de una rica y vital descripción de los mundo oníricos de su teología, descripción que es el imán de la narración, lo fantástico por tanto se apodera de la narración de pie a cabeza, para terminar en la tragedia absoluta, por ser el hombre un ser pequeño e insignificante dentro del universo real.
La nueva religión – mitológica de Lovecraft es un proyecto totalmente artístico, en donde lo estético-mágico juega un papel fundamental para poder calmar esa angustia existencial de la modernidad, Lovecraft se siente encadenado por las fuerzas del mundo material, por esta razón libera su “alma” a través de la fuerza creadora de mundos. En la literatura del extraño de Providence las contradicciones  juegan un importante papel, como hemos mencionado, por un lado su sentido de escape, de libertad se satisface en la creación artística y por otro, hecha los cimientos de una nueva forma de ver la realidad existencial, a partir de las fuerzas irracionales, para llegar a la racionalidad explicativa, nuevamente en este punto se entrecruza con Nietzsche quien en su obra sondea la felicidad de sacudirse todos los elementos de la decadencia de la cultura occidental a través de limpiar el pensamiento de los parámetros de las ideas de Sócrates el “gran estafador” moralista y de la religión cristiana esclavista del espíritu creador, una vez rotas las cadenas, Nietzsche puede iniciar la construcción de su mecánica de pensamiento absoluto.
S. T. Joshi

En esta tercera etapa en la que ha entrado la creación de Lovecraft, este siente la genuina necesidad de construir un esquena estético – narrativo totalmente nuevo, que se sacuda de las ideas folclóricas del terror muy amaradas a los mitos cristianos aun, para el gusto del extraño de Providence, es en este momento que aparece The Hound es el primer relato en donde Lovecraft apuesta en hablar del libro inmundo llamado “El Necronomicón”, como antes hemos mencionado, a partir de esta narración comienza a dar forma y vida a su mito, con constantes entregas de información en forma de rompecabezas en sus relatos subsecuentes, con lo cual alimenta la imaginación del lector, además de estimular al círculo de escritores que comienza a participar de este esfuerzo teológico-narrativo denominado “Los mitos de Cthulhu”, ya que estos perpetúan el juego intertextual que apuntaban a fortalecer la atmósfera tanto arquetípica como de ritual genuino que sirve de fondo a esta mitología. 
Es así que Lovecraft nos comenzó a dar pistas de su Mito en los diferentes relatos, en el cuento  “La ciudad sin nombre”, publicada en 1921, por primera vez se refiere al árabe loco Abdul Alhazred como el primer hombre que puso por escrito las “verdades siniestras” del universo, obviamente este personaje no es azaristico, sino que tiene que ver con sus lecturas de las “Mil y una Noche” de su juventud y la importancia de lo fantástico que le daba a esta obra, recordemos que este Abdul Alhazred había sido su seudónimo en sus primeros poemas de niño, por tanto podríamos sospechar que en este juego narrativo Lovecraft se da cuenta que él mismo es una especie de Moisés, Muhammad o Jesucristo, una especie de profeta de las cosas herméticas, nuevamente el extraño está jugando a lo que el poeta chileno Vicente Huidobro menciona como una gran cualidad del escritor “ser un pequeño dios”.
Para darle fuerza a su mito, creo toda una línea histórica del innombrable libro, de esta forma, el árabe Abdul Alhazred es solo el primer eslabón de una consecutiva cadena de traductores como Theodorus Piletas quien lo tradujo al griego, que además le dio el nombre con el cual se conoce “Necronomicron”, para luego ser traducido al latín por Olaus Wormius, años más tarde el libro tuvo una traducción al inglés por un tal  John Doe (el hombre desconocido), finalmente se puede encontrar tres copias del libro, una en la Biblioteca Widemer de Harvard, otra en la Universidad de Buenos Aires y la última en la Biblioteca Imaginaria de la Universidad de Mistkatonic, en Arkham.

Es tan mágica la historia que el escritor canadiense Donalt Tyson, publicó en el 2004: “Necronomicon: The Wanderings of  Alhazred”, un muy interesante libro en donde el autor realiza una exhaustiva investigación de toda la creación y genealogía del libro maldito. Esta tan bien construida la narración del libro macabro que muchas personas han dado por hecho la existencia de este, aún más algunos escritores como es el caso del ya citado Donalt Tyson han escrito versiones del Necronomicron siendo fidedigno tanto a las ideas como a la construcción narrativa, participando de esta forma del juego de Lovecraft, ya que por un lado el texto del canadiense se apega fielmente a los relatos aparecidos en las diferentes narraciones de la obra de Lovecraft, y por otro lado, a la vez, es una obra independiente con lo cual cierra la idea que subyace en los escritos del extraño de Providence que su creación tiene vida propia.
La necesidad del Necronomicon en la obra lovecraftiana es vital, porque el juego en que cae Lovecraft en sus escritos tiene la necesidad de este libro creacionista, ya que es la columna vertebral en donde se sustenta todo el mundo fantástico – terrorífico del Oscuro, este texto crea los limites en los cuales las narraciones tanto de HP estarán circunscrita como la de su círculo, de esta manera el texto maldito sustenta como texto de fe las narraciones y al mismo tiempo entrega el curso fatal de los acontecimientos, de esta forma la obra completa de Lovecraft termina siendo parte de un solo cuerpo narrativo logrando el objetivo último que es la construcción de un mito creíble y realista a través de un macro cosmos construido por relatos pequeños que en la práctica son parte del todo en sí.

Uno de los puntos cruciales dentro de los nuevos términos religiosos creados por Lovecraft son Los Primordiales, base indiscutible de su mitología, que nacieron con la función literaria de ser el sostén de la narrativa del terror cósmico, estos seres tenían la triple función de ser un elemento estético, ser la negación del Dios cristiano, aquel Dios que a juicio de Lovecraft no tenía ningún basamento científico, mientras que estos Pimordiales se sostenían en la ciencia pura como principio cósmico creador, con esto habría paso a la tercera función de los Primordiales que eran ser una crítica a la civilización Occidental en este juego del cambio y lo estático, producto que esta estaba construida en una trilogía falsa a juicio del Oscuro de Providence, esté reprochaba la “Democracia” por ser el sostén a una “Rebelión de las masas” inconformes y despreciables habidas de legitimación a través del voto que le habría camino a una burguesía elitista y sin un horizonte claro, ya que carecía de los altos valores del héroe, en segundo lugar esta burguesía auto entronizada constituía su poder en la riqueza material dando todo conocimiento científico o espiritual como superfluo o sujeto a su idea de poder, con lo cual el materialismo sin vida se apoderaba de la existencia del hombre y en tercer lugar, se encontraba el sostén ideológico de esta carencia de vitalidad otorgada por la “moral” religiosa – filosófica o espíritu de rebaño en que estaba consumido el hombre, ya que cualquier aspiración a la verdadera libertad estaba coartada por las ataduras de lo aceptable socialmente.
Volviendo a la teología de Lovecraft y su círculo, el Extraño de Providence sabía perfectamente  lo que estaba realizando, ya que exploro la esencia de la creencia de la religión que es dar un sustento a verdades que el hombre no puede comprender y abarcar en su totalidad, cuáles serían estos problemas existenciales, muchos y complejos pero si los tuviéramos que reducir a pregunta sería: ¿qué es el hombre”, ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?, todas esas preguntas no tienen respuestas contundentes en las hipótesis que construye la ciencia, ya que esta vía de respuesta está más sujeta a las interrogantes que las respuestas mismas, como decía un profesor que me hacía clases en la universidad “más importante son las preguntas que las respuestas”, por tanto aquí entra a batallar la religión, cualquiera que esta sea, esta tiene la virtud de entregar respuestas categóricas y solidas a las diferentes incertidumbre humana. Bajo esta lógica los Primordiales y los Arquetipicos seres cósmicos creados por Lovecraft tienen la gracia de responder a las grandes interrogantes humanas.
 La mitología creada por el Oscuro de Providence, si bien es una creación absolutamente propia y por tanto de una originalidad indiscutible, posee rasgos comunes a la mitología griega clásica, recordemos que Lovecraft  en su niñez estaba enamorado de los dioses paganos griegos, por las formas de su relato estético y por la épica que se encontraba por debajo de los relatos homéricos o de Hesíodo, no por nada el niño Howard su segundo seudónimo literario había sido “Messala”, el de la ciudad de Mesina, o sea el que vive en el mundo clásico helénico. Volviendo a la construcción mitológica lovecraftiana y relacionándola con la helénica, podemos en primer lugar ver que los dioses o seres superiores presentados en los relatos de Lovecraft son criaturas de un origen cósmico extraterrestre que superan el origen del hombre en millones de años, son fuerzas que científicamente se pueden comprender, el problema es que la ciencia humana es incapaz de acceder a la verdad de estos seres sin entrar en la locura máxima. Estos seres en la religión de Lovecraft solo buscan responder en primera instancia al origen del universo, luego al destino trágico del hombre, ya que estos seres eran y son dueños de la tierra, hogar ancestral de la humanidad, por esta razón están irremediablemente condenada la raza humana, esta raza de seres superiores o dioses ven al ser hombre como una “hormiga”, un pequeño estorbo en su camino para recuperar lo que siempre fue de ellos, por esta razón, los hombres solo pueden presenciar su destrucción siendo incapaces de poder cambiar este destino trágico. Lovecraft en ningún caso carga a estos seres con una moral, o sea como buenos o malos, simplemente para él y como en la naturaleza: son y existen. La destrucción del hombre solo está inmersa en que estos ocupan su territorio, a nuestro juico aquí se encuentra el meollo del horror de Lovecraft, cuando los seres no presentan rasgos diabólicos o salvíficos, simplemente son criaturas que basan su razón de acción en la superioridad y la capacidad de lograr sus objetivos, aquí se puede apreciar el sentido helénico de la religión, los dioses sin una alta moral, sin una finalidad altruista y con un sentido trágico, como muy bien lo explica Nietzsche en “La Tragedia Griega” utilizan a los hombres en sus acciones y conflictos, trasformando al hombre en parte del juego de ajedrez de la Moira o Destino.
Para dar más sustento a su relato Lovecraft apela a un conocimiento primitivo de estos seres primigenios del cosmos, es así que generalmente las historias están sostenidas por culturas ancestrales o primitivas como los esquimales o las tribus africanas subsaharianas, de esta forma estos grupos culturales menos afectados por los conocimientos científicos son poseedores de esta verdad maligna, verdad que se trasmite a sus descendiente a través de conocimientos orales construyendo a partir de extractos el Necronomicon, es aquí donde entra el juego estético racista de Lovecraft, para él los blancos ingleses han perdido su capacidad de conocer esas verdades siniestra producto a lo “civilizado” que están, gracias a la ignorancia del conocimiento positivo y social, mientras que los grupos tribales de negros, indígenas o/ u orientales guardan en su genética los antiguos rituales a estos seres terroríficos en una culpa atávica profunda, como aparece en las obras Arthur Jermyn, El alquimista, La sombra sobre Innsmouth y El caso de Charles Dexter Ward, esta verdad es develada por una mente maestra y culta de los blanco, pero al enfrentar esta verdad no le queda más opción que la locura misma o la muerte liberalizadora. Por tanto, los grupos raciales que no se ajustan al patrón inglés o germano prusiano son los sirvientes de estos seres cósmicos de aquí les viene su “degeneración genética” como muy bien se comprende en la siguiente cita: “Era un ser repugnante, con pinta de gorila, unos brazos anormalmente largos que me parecían de manera inevitable patas anteriores, y una cara que irremediablemente hacía pensar en los secretos insondables del Congo y las llamadas de tam-tam bajo una luna misteriosa. El cuerpo debió tener peor aspecto en vida, pero el mundo contiene mucha fealdad…”


Contradicción a toda una escuela de detractores de Lovecraft que lo acusan de ser racista, no creo que estas visiones estéticas guarden un verdadero racismo, sino que muy por el contrario, pienso que el oscuro de Providence sentía una atracción genuina a toda cultura del mundo fuera de la inglesa, más aún el miedo a estas culturas le fascinaba al extremo de desear conocerlas y estudiarlas en profundidad, por esta razón la idea de August Derleth de que el racismo de Lovecraft era solo estético cobra más fuerza aun a medida que penetramos en su interior creador.   

Continuara.


INTRODUCCIENDONOS A
LOS ALTARES DE LA LOCURA

         El nuevo libro de Miguel Acevedo  “Los Altares de La Locura” es más que un simple homenaje al  desaparecido escritor norteamericano H.P. Lovecraft, a pesar que el termino homenaje aparece como parte del título original. Porque digo esto, pienso que Miguel  ha puesto más que sentimiento y pasión en cada uno de los apartados en que se divide el libro, él además a deseado introducirse en los recovecos más laberinticos  del pensamiento del Extraño de Providence. Este ejercicio intelectual supera el sentimiento y entra en el ámbito de la racionalidad especulativa, por esto creo que nuestro autor antes de escribir, especulo, analizo, realizo una conversación entre él y su yo interno, este ejercicio de pensar, dio como fruto un estudio sobre Lovecraft y el mundo que lo rodea,  y lo siguió rodeando.
            El mérito de Miguel no es poco, ni simple, aún que eso parezca a simple vista, por que introducirse en la mente de un genio, es un ejercicio ardoroso y complejo, y se vuelva más cuando  se debe poner por escrito. Rescatamos de este libro la honradez y altura del escritor, que sin temor a la crítica liviana y superficial, realiza una temeraria, y tiene que ser muy temeraria en estos tiempos para defender la obra y la vida de un hombre que es cuestionado por su supuesto racismo, por defender por algún tiempo la obra de Hitler, como si en su época esto no fuera el pan de cada día