SEGUNDA
PARTE
Dedicado
a mi amigo Miguel
Acevedo
que ha realizado
valiosos
aportes a los estudios
sobre
el Oscuro de Providence.
Leer al final reseña.
Leer al final reseña.
En
este punto nos parece prudente realizar un pequeño paréntesis para explorar las
fases literarias del Profeta de las cosas terroríficas de Providence, para de
esta forma comprender mejor como su narrativa fue evolucionando hasta
convertirse en lo que conocemos como terror cósmico. Su obra se puede dividir
sucesivamente en tres partes muy marcadas según la mayoría de los especialistas
y a la que nosotros adherimos por ser más fácil su estudio (en este punto no
existe un consenso absoluto, algunos plantean que en realidad la narrativa de
Lovecraft se debe divide en cinco ciclos, los cuales se sostienen en proyectos
o temas muy concretos, estos son: Onírico,
Nueva Inglaterra, de las Civilizaciones Perdidas, de Randolph Carter y de los
Mitos de Cthulhu), pero sin que exista un corte abrupto que separa una de la
otra, más bien es un cambio sutil que se va gestando en el relato de horror,
probablemente por la maduración de sus ideas narrativas y su pensamiento
filosófico, recordemos que H.P. Lovecraft no tenía una educación formal y
estructurada, era más bien dispersa, con diferentes horizonte o finalidades al
mismo tiempo, que podían estar en contra posición muchas veces, esto lejos de
ser un problema, le entregó una pluralidad de ideas que a largo plazo lo hizo
tener concepciones más profundas y
reflexivas, que el común de las personas con una formación intelectual más
formal.
Volviendo a su narrativa, la primera de estas
fases literaria es conocida como puramente “Gótica”
o como muy bien nos dice el propio Lovecraft en una carta a Elizabeth Toldridge escrita el 8 de Marzo de
1929, “…son mis obras poeanas…”,
debido a la decisiva influencia de Edga Allan Poe en la construcción de mundos
oscuros y laberinticos, creando una atmosfera de locura y simbolismos, como me
hizo el alcance un amigo mío, cuando me dijo “siempre acecha la sorpresa espeluznante en el relato”, los
elementos como antiguas mansiones o grandes castillos se presentan
para crear el ambiente siniestro, por supuesto no faltan las extensas praderas,
profundos pantanos o espesos bosques lejanos y desolados, en donde la oscuridad
simbolizada en la noche es la liberalizadora del mal. El relato siempre ésta
circunscrito al misterio de la investigación para conocer la verdad más
endemoniadamente inquietante como por ejemplo en el relato “The beast in the cave” (La bestia de la Caverna) de 1905. El punto
flaco de esta narrativa inicial, es a todas luces la falta de profundización en
la psicología de los personajes, pero que es totalmente perdonable en
Lovecraft, ya que aún ésta experimentando su estilo literario.
El segundo periodo que se empieza apreciar
a partir del año 1920 aproximadamente es el conocido como “Onírico o Macabro”, como nos
dice Rafael Llopis en su libro “Los mitos de Cthulhu: H. P. Lovecraft y
otros. Narraciones de horror cósmico”, el Oscuro de Providence solía definir este período de su creación como “…mis obras dunsanianas …” En esta fase literaria, el Extraño de
Providence explora los elementos trágicos del hombre atisbando los puntos de
decadencia social y espiritual del sistema liberal e industrial, exponiendo
como el individuo se ve asfixiado por este sistema de cosas, esto se puede
percibir en sus relatos en la creación de paisajes de pesadilla, el lector es
invitado a recorrer los siniestros mundos oníricos, tierras que están en la más
absoluta oscuridad, con espacios laberinticos en los cuales los elementos de
sueños pestilentes se hacen presente, pasando de la realidad al sueño sin fijar
un límite exacto y tangible, se puede apreciar claramente la influencia decisiva
de Lord Dunsany y también por su
puesto de Robert W. Chambers, de
este último escritor debemos destaca como
toma prestado los elementos progresivos y opresivos narrativos de
civilizaciones antiguas y perdidas que a través de sus vestigios el protagonista
se puede trasportar en este viaje onírico a conocer una verdad espeluznante e
insondable, esto se palpa claramente en relatos como “The cats of Ulthar” (Los gatos de Ulthar) escrito en 1920 o en la
que los especialistas catalogan como la más importante de este período por
poseer todos los elementos oníricos muy bien definidos, me refiero a “He dream-quest of unknown Kadath” (La
búsqueda onírica de la desconocida Kadath) escrita entre 1926 y 1927, pero publicada
tardíamente en 1943.
Como he mencionado Lovecraft en esta primera y segunda etapa será
fuertemente influenciado por varios escritores, que el Extraño considera “imperdibles” y cimentadores en gran
medidas de sus concepciones literarias, de hecho se veía a sí mismo como el
continuador natural de estos, a tal punto que escribió algunas narraciones
inspiradas en los escritos de esta “saga de literatos”, muchos de ellos
transformándose en personajes de sus obras o fuentes de estas, siendo citados
con profusión.
Edward John Moreton Drax Plunkett |
Detengámonos para hondar un poco más en
estos imperdibles escritores sacrosantos a los que H.P. Lovecraft tanto hace
mención. El primero de estos narradores
inspiradores es sin duda Edward John Moreton Drax Plunkett
(1878-1957), más conocido por su título nobiliario, que dicho sea de paso
le servía como seudónimo “Lord Dunsany” (Edward en la práctica ostentaba
el rango de Barón), este escritor que se hizo famoso en el siglo XIX por sus
historias fantásticas, de reinos mágicos y maravillosos, con tramas muy
sugerentes sobre libros de carácter profanos y prohibidos, es uno de los escritores
que explora el poder del universo de los sueños como un elemento estético
narrativo, probablemente estimulado por los trabajos de Freud. Lovecraft se siente
fascinado por este autor al cual rinde homenaje en varias de sus narraciones,
no solo nombrándolo como parte del stand de escritores herméticos sabedores de
los secretos profanos, sino como parte del cimiento de su creación teológica
como veremos más adelante, debemos comprender a Lord Dunsany como una especie de profeta
mistérico, algo muy parecido a lo realizado por los augures romanos capaces de
informar sobre lo desconocido por voluntad de los dioses a creyentes como
Howard Phillips.
Una segunda influencias en el Extraño de
Providence fueron el poeta y pintor William Blake (1757-1827) y el escritor Nathaniel Hawthorne (1804-1864), de estos escritores bebió sus construcciones
mitologías y relatos de pesadilla, si bien marcaron con profundidad sus ideas,
no fueron de su círculo de profetas malditos y corruptos, más bien tiene un
grado menor en las ideas teológicas de Lovecraft, son una especie de guías en
el oscuro camino del terror. Un escritor que si tiene las características de
profeta de primer orden, todo un “Jeremías”
en las ideas de terror cósmico es el
gran poeta y narrador romántico Edgar
Allan Poe (1809-1849), el cual Lovecraft leía una y otra vez con obsesión,
hasta transformar a este escritor en parte de los pocos iluminados conocedores
de las verdades impías, como olvidar en este punto cuando inspirándose en el
relato de Poe “Las Aventuras de Arthur
Gordon Pin” realiza una continuación de la “idea esencial” de la narración,
me refiero al sentido de la muerte como tragedia oscura e insondable, en la
novela corta “Las Montañas de la Locura”,
recordemos que el libro inconcluso de Poe nos advierte de la existencia de
una tierra poblada por seres “blancos”, seres que representan la “muerte”
inevitable, ese destino trágico del hombre del cual le es imposible huir, como
también aparece representado en el personaje Moby
Dick en la novela romántica homónima de Herman Melville. Está verdad “blanca” terrorífica que se encuentra
contenida en el territorio “ignoto” del Sur Antártico, en algún momento se
desatará como una bestia y devorará todo el mundo de la vida a través del manto
blanco de la destrucción, por esta razón Arthur
Gordon Pin expone el terror que se avecina, pero sin conocer a cabalidad
la realidad a lo que se enfrenta. Lovecratf, toma la idea inicial de lo
“blanco” terrorífico como dijéramos, para profundizar sobre este punto de la
muerte, entregándole un sentido trascendental cósmico a través de la existencia
de una raza salida de tiempos inmemoriales extraterrestre que esta presta a
renacer nuevamente, Arthur solo encontró una parte de esta realidad, por ello
no termino en la locura máxima, pero William Dyer, el geólogo y protagonista de “Las Montañas de
la Locura” sí, porque él pudo apreciar en toda su magnitud el terror
desenfrenado que a guarda a la humanidad detrás de las palabras “Tekeli
– li”.
Arthur Gordon Pin |
Otro escritor que tuvo una fuerte
influencia en el oscuro de Providence en su primer periodo, aún que no al mismo
nivel de Poe, pero que si marco mucho su pauta teológica de terror, fue el
periodista y narrador estadounidense Ambrose Bierce, y su obra el “Diccionario del Diablo”, cabe decir que
este escritor se volvió todo un mito para Lovecraft y para un gran porcentaje de
los lectores norteamericanos tras desaparecer en México durante la revolución,
en las tierras del norte de este último país, guerra civil que dirigía el
mítico Pancho Villa, solo como una anécdota, la película “Gringo Viejo” esta
sostenida en el argumento de un Bierce que se unió a las fuerzas villistas para
conquistar una hacienda - fortaleza, solo por el deseo de sentirse nuevamente
vivo y fuera de las rutinas.
Uno de los escritores que va a marcar con
más fuerza las ideas de Lovecraft y que se trasformara al igual que Poe en uno
de los grandes profetas de sus concepciones teológicas cósmicas será Robert
W. Chambers (1865-1933), de este autor extrajo nada menos que la idea fundamental
de su teología, la existencia de un libro impío llamado el Necronomicon, un texto
primigenio y aberrante en el cual se sostuviera todo el andamiaje de la nueva ciencia – mitológica – religiosa de su terror
cósmico. Esta influencia encubo y desarrollo a partir de la lectura del cuento “The King in Yellow”, obra interesante
desde el punto de vista estético y tremendamente sugerente en la percepción del
terror como una construcción historicista -mitológica, la trama se sostiene a
partir de un mito sobre un libro “inmundo”. Un comentario que debo realizar
sobre esta obra, es una verdadera pena que este libro en la actualidad se vea más bien como una lectura de museo,
para especialistas e investigadores, que como una genuina obra narrativa
terrorífica, ya que después de su lectura se puede comprender porque razón
Lovecraft sentía tal pasión por esta, ya que posee el carácter vivencial del
terror.
Ambrose Bierce |
Otro profeta menor es M.R. James (1862-1936), que tuvo una influencia en Lovecraft a
través de sus cuento de fantasmas, en donde el concepto de lo “inevitable”, de
lo trágico, adquiere un sentido grotescamente estético, muy inspirador si
consideramos que todos los relatos de Lovecraft tienen un denominador común, el
concepto del “espíritu fáustico”, siempre
en sus finales queda la sensación de un mal que lo destruirá todo al mejor
estilo del “Loco de la Gaya Ciencia”,
que predica la muerte de todo como un acto de purificación del espíritu creador
humano; y finalmente, tenemos a los escritores Algernon Blackwood (1869-1951) y Arthur Machen (1863-1947). El primero de estos es de
origen inglés, su vida es una verdadera leyenda construida como si fuera una
novela de aventura, ya que siendo joven se trasladó a Canadá en donde trabajo
de granjero y encargado de un hotel, en la región de Alaska fue minero y finalmente
en la ciudad de Nueva York se hizo periodista. De regreso a Inglaterra inicio
su vida literaria, escribiendo relatos de terror que se basaban en parte en su
agitada vida, tuvo por su puesto un gran éxito, algunos investigadores creen ver
que las ideas góticas y terroríficas del autor fue inspirada en sus creencias relacionadas
con la organización secreta Golden Dawn.
Lovecraft sentía una sincera admiración por este escritor, ya que gustaba de la
peculiar atmósfera mágica de sus cuentos, el Extraño de Providence sentía por él
una veneración de un maestro oriental de lo oscuro y terrorífico, por esta
razón en su narración “La llamada de Cthulhu” la inicia con
una sugerente cita de su retorcido pensamiento “(Encontrado entre los papeles del difunto Francis Wayland Thurston, de
Boston) “Resulta concebible pensar en la supervivencia de tales poderes y
criaturas [...] una supervivencia de una época inmensamente remota en la que
[...] la consciencia estaba manifestada. quizá, en formas y figuras que desaparecieron
hace mucho ante el avance de la humanidad [...] formas de las que sólo la
poesía y la leyenda captaron un fugaz recuerdo llamándolas dioses, monstruos, y
criaturas míticas de todo tipo y especie…” El segundo escritor es otro de
los sabios del horror según Lovecraft, ya que sus relatos nauseabundos y llenos
de inquietantes visiones de pesadillas hizo al Oscuro de Providence navegar por
las aguas que el tanto amaba, uno de los relatos que más lo marcaran de Machen
será su novela corta “El Gran Dios Pan”,
dios griego que Howard rendía un especial culto así que cuando escribió su narración “El
horror de Dunwich”, tuvo una marcada atmosfera de terror al estilo de la
novela de Arthur Machen, la influencia de un gran profeta en la tercera fase de
la creación narrativa de Lovecraft, ya que lo alejo de sus relatos de estilo
dunsanyano y lo puso en la senda de los Mitos de Cthulhu, a través de las ideas
del escritor inglés, Howard dará forma a la siniestra Nueva Inglaterra y a la
construcción de la teología – religión en que se basaría sus escritos.
Arthur Machen |
Esta primera y segunda etapa en la narrativa de horror de
Lovecraft se puede definir como de aprendizaje de escritores que él los veía
como maestros y profetas de lo que se avecinaba, nos referimos a la obra madura
del Oscuro de Providence denominado “Los Mitos de Cythulh”, por esta razón
encontramos una constante búsqueda de un estilo propio, realizando una serie de
experimentos narrativos como sus relatos de corte dunsanyano, este período de
maduración será la base para su tercera y decisiva etapa de escritor de horror.
La tercera etapa en Lovecraft es el
denominado periodo de “Los mitos de
Cthulh” es evidente que en este tercer periodo, el Oscuro de Providence
vertió toda su fuerza creadora, los primero relatos si bien eran respetables
narraciones de carácter gótica u onírica,
no era lo que buscaba Lovecraft, él deseaba desarrollar toda una mecánica de
pensamiento, una idea global y globalizante, por esta razón su tercera etapa
estará marcada por una dialéctica constante entre el relato de fantasía maravilloso o numinoso y la
técnica como expresión constante del progreso infinitito del hombre, idea a la
que se suscribía nuestro escritor con pasión. Detengámonos en esta
contradicción tan estimulante y productiva en Lovecraft. Tenemos que nuestro
escritor tenía la constante necesidad de exponer temas en su teología a través
de una serie de narraciones en donde prima los seres cósmicos o del inframundo,
seres que por sus características escapa a toda explicación racional, pero por
otro lado, la narrativa de P.H. Lovecraft está sustentada por la idea de la
ciencia como motor de conocimiento y esta última sostenida a su vez por el
progreso indefinido que parece ser la idea central en la que está inmerso el
positivismo de occidente de la época de Lovecraft.
Alberto Camus |
En este juego dialectico, que lejos de
incomodar a Lovecraft, lo estimula a su creatividad, es en donde inserta su
nuevo mito, la verdad revelada por él, supremo Zarathustra de las nuevas
realidades, un verdadero “Altazor” creador. El Mito de Cthulh, en la práctica
es la construcción de una realidad religiosa – maravillosa, explicativa de la existencia
del hombre en el mundo. Debemos tener presente que Lovecraft no cree que él sea
un pontífice de una religión, él sabe que sus relatos son una construcción
narrativa sacada de su imaginación, pero también conoce que esta nueva
explicación que guarda algunos elementos de la ciencia, son más “ditirámbico” y
“estimulante” que la verdad de las religiones establecidas, desde muy pequeño
prefería un paganismo excitante a un cristianismo frío y estructurado como lo
comprendía él.
También se da cabal cuenta que la ciencia
es un buen primer escalón, pero es impotente para dar una clara y satisfactoria
explicación completa de la realidad humana, podemos decir, y citando a Llopis
nuevamente “Es importante destacar que
en la obra de Lovecraft lo racional y lo irracional conviven fraternalmente, de
tal modo que la realidad (lo racional) en sus cuentos y novelas no
necesariamente es independiente de lo irrazonable, ya que no son estadios
evolutivos, sino conceptos que se acoplan.
Es en este punto crucial en donde se le aparece al Extraño de Providence el tema de la modernidad y la problemática de la “existencialidad”, una verdadera tortura intelectual, ya que Lovecraft desea la estabilidad, lo concreto, aquello que le da sentido creador, no se puede jugar la carta de la “religión cristiana”, porque no cree, aún más tiene la más absoluta convicción de que “Dios ha Muerto” después de leer a Nietzsche, por tanto sería una total incongruencia intelectual desandar el camino del ateísmo puro y existencial, en una entrevista al más importante especialista en la vida y obra de Lovecraft, S. T. Joshi, este clarifica este punto cuando nos dice: “Lo único que me importa es la civilización", con esto se refería a un estado de la sociedad en que la expresión estética pudiera florecer y no hubiera un cambio radical de ella”, que le queda entonces, unirse alguna ideología “materialista”, no, por supuesto que no, para éste momento de la vida de Lovecraft, el mundo del marxismo, es la rebelión de las masa innobles, una ideología que guarda un concepto de igualdad social al cual él no está dispuesto a unirse, por ser un sincero defensor de los valores de la monarquía, ya que él ama la grandiosidad de una nobleza perdida, por eso desprecia todo el discurso socialista y comunista, como lo hace con el cristianismo, esta visión cambiara con los años y como sabemos al final de su vida tiene cierta concordancia con las ideas del socialismo norteamericano y los cambio realizados por el presidente D. Roosevelt.
Es en este momento de encrucijada donde
decide construir su propio mito creacionista, esta nueva teología está
sustentada en los hallazgos científico y en el pensamiento positivo, para luego
adentrarse en realidades existentes, pero que por su misma naturaleza escapa a
la explicación científica, pero no a la descripción, por esta razón los relatos
de Lovecraft están llenos de una rica y vital descripción de los mundo oníricos
de su teología, descripción que es el imán de la narración, lo fantástico por
tanto se apodera de la narración de pie a cabeza, para terminar en la tragedia
absoluta, por ser el hombre un ser pequeño e insignificante dentro del universo
real.
La nueva religión – mitológica de
Lovecraft es un proyecto totalmente artístico, en donde lo estético-mágico
juega un papel fundamental para poder calmar esa angustia existencial de la
modernidad, Lovecraft se siente encadenado por las fuerzas del mundo material,
por esta razón libera su “alma” a través de la fuerza creadora de mundos. En la
literatura del extraño de Providence las contradicciones juegan un importante papel, como hemos
mencionado, por un lado su sentido de escape, de libertad se satisface en la
creación artística y por otro, hecha los cimientos de una nueva forma de ver la
realidad existencial, a partir de las fuerzas irracionales, para llegar a la
racionalidad explicativa, nuevamente en este punto se entrecruza con Nietzsche
quien en su obra sondea la felicidad de sacudirse todos los elementos de la
decadencia de la cultura occidental a través de limpiar el pensamiento de los
parámetros de las ideas de Sócrates el “gran estafador” moralista y de la
religión cristiana esclavista del espíritu creador, una vez rotas las cadenas,
Nietzsche puede iniciar la construcción de su mecánica de pensamiento absoluto.
S. T. Joshi |
En esta tercera etapa en la que ha entrado
la creación de Lovecraft, este siente la genuina necesidad de construir un
esquena estético – narrativo totalmente nuevo, que se sacuda de las ideas
folclóricas del terror muy amaradas a los mitos cristianos aun, para el gusto del
extraño de Providence, es en este momento que aparece The Hound es el primer
relato en donde Lovecraft apuesta en hablar del libro inmundo llamado “El
Necronomicón”, como antes hemos mencionado, a partir de esta narración comienza
a dar forma y vida a su mito, con constantes entregas de información en forma
de rompecabezas en sus relatos subsecuentes, con lo cual alimenta la
imaginación del lector, además de estimular al círculo de escritores que
comienza a participar de este esfuerzo teológico-narrativo denominado “Los mitos de Cthulhu”, ya que estos
perpetúan el juego intertextual que apuntaban a fortalecer la atmósfera tanto
arquetípica como de ritual genuino que sirve de fondo a esta mitología.
Es así que Lovecraft nos comenzó a dar
pistas de su Mito en los diferentes relatos, en el cuento “La
ciudad sin nombre”, publicada en 1921, por primera vez se refiere al árabe
loco Abdul Alhazred como el primer
hombre que puso por escrito las “verdades siniestras” del universo, obviamente
este personaje no es azaristico, sino que tiene que ver con sus lecturas de las
“Mil y una Noche” de su juventud y la importancia de lo fantástico que le daba
a esta obra, recordemos que este Abdul
Alhazred había sido su seudónimo en sus primeros poemas de niño, por tanto
podríamos sospechar que en este juego narrativo Lovecraft se da cuenta que él
mismo es una especie de Moisés, Muhammad o Jesucristo, una especie de profeta
de las cosas herméticas, nuevamente el extraño está jugando a lo que el poeta chileno
Vicente Huidobro menciona como una gran cualidad del escritor “ser un pequeño dios”.
Para darle fuerza a su mito, creo toda una
línea histórica del innombrable libro, de esta forma, el árabe Abdul Alhazred
es solo el primer eslabón de una consecutiva cadena de traductores como Theodorus Piletas quien lo tradujo al
griego, que además le dio el nombre con el cual se conoce “Necronomicron”, para
luego ser traducido al latín por Olaus
Wormius, años más tarde el libro tuvo una traducción al inglés por un
tal John
Doe (el hombre desconocido), finalmente se puede encontrar tres copias del
libro, una en la Biblioteca Widemer de Harvard, otra en la Universidad de
Buenos Aires y la última en la Biblioteca Imaginaria de la Universidad de Mistkatonic,
en Arkham.
Es tan mágica la historia que el escritor canadiense Donalt Tyson, publicó en el 2004: “Necronomicon: The Wanderings of Alhazred”, un muy interesante libro en donde el autor realiza una exhaustiva investigación de toda la creación y genealogía del libro maldito. Esta tan bien construida la narración del libro macabro que muchas personas han dado por hecho la existencia de este, aún más algunos escritores como es el caso del ya citado Donalt Tyson han escrito versiones del Necronomicron siendo fidedigno tanto a las ideas como a la construcción narrativa, participando de esta forma del juego de Lovecraft, ya que por un lado el texto del canadiense se apega fielmente a los relatos aparecidos en las diferentes narraciones de la obra de Lovecraft, y por otro lado, a la vez, es una obra independiente con lo cual cierra la idea que subyace en los escritos del extraño de Providence que su creación tiene vida propia.
La necesidad del Necronomicon en la obra lovecraftiana
es vital, porque el juego en que cae Lovecraft en sus escritos tiene la
necesidad de este libro creacionista, ya que es la columna vertebral en donde
se sustenta todo el mundo fantástico – terrorífico del Oscuro, este texto crea
los limites en los cuales las narraciones tanto de HP estarán circunscrita como
la de su círculo, de esta manera el texto maldito sustenta como texto de fe las
narraciones y al mismo tiempo entrega el curso fatal de los acontecimientos, de
esta forma la obra completa de Lovecraft termina siendo parte de un solo cuerpo
narrativo logrando el objetivo último que es la construcción de un mito creíble
y realista a través de un macro cosmos construido por relatos pequeños que en
la práctica son parte del todo en sí.
Uno de los puntos cruciales dentro de los nuevos términos religiosos creados por Lovecraft son Los Primordiales, base indiscutible de su mitología, que nacieron con la función literaria de ser el sostén de la narrativa del terror cósmico, estos seres tenían la triple función de ser un elemento estético, ser la negación del Dios cristiano, aquel Dios que a juicio de Lovecraft no tenía ningún basamento científico, mientras que estos Pimordiales se sostenían en la ciencia pura como principio cósmico creador, con esto habría paso a la tercera función de los Primordiales que eran ser una crítica a la civilización Occidental en este juego del cambio y lo estático, producto que esta estaba construida en una trilogía falsa a juicio del Oscuro de Providence, esté reprochaba la “Democracia” por ser el sostén a una “Rebelión de las masas” inconformes y despreciables habidas de legitimación a través del voto que le habría camino a una burguesía elitista y sin un horizonte claro, ya que carecía de los altos valores del héroe, en segundo lugar esta burguesía auto entronizada constituía su poder en la riqueza material dando todo conocimiento científico o espiritual como superfluo o sujeto a su idea de poder, con lo cual el materialismo sin vida se apoderaba de la existencia del hombre y en tercer lugar, se encontraba el sostén ideológico de esta carencia de vitalidad otorgada por la “moral” religiosa – filosófica o espíritu de rebaño en que estaba consumido el hombre, ya que cualquier aspiración a la verdadera libertad estaba coartada por las ataduras de lo aceptable socialmente.
Volviendo a la teología de Lovecraft y su
círculo, el Extraño de Providence sabía perfectamente lo que estaba realizando, ya que exploro la
esencia de la creencia de la religión que es dar un sustento a verdades que el
hombre no puede comprender y abarcar en su totalidad, cuáles serían estos problemas
existenciales, muchos y complejos pero si los tuviéramos que reducir a pregunta
sería: ¿qué es el hombre”, ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?, todas esas
preguntas no tienen respuestas contundentes en las hipótesis que construye la
ciencia, ya que esta vía de respuesta está más sujeta a las interrogantes que
las respuestas mismas, como decía un profesor que me hacía clases en la
universidad “más importante son las
preguntas que las respuestas”, por tanto aquí entra a batallar la religión,
cualquiera que esta sea, esta tiene la virtud de entregar respuestas
categóricas y solidas a las diferentes incertidumbre humana. Bajo esta lógica
los Primordiales y los Arquetipicos seres cósmicos creados por Lovecraft tienen
la gracia de responder a las grandes interrogantes humanas.
La
mitología creada por el Oscuro de Providence, si bien es una creación
absolutamente propia y por tanto de una originalidad indiscutible, posee rasgos
comunes a la mitología griega clásica, recordemos que Lovecraft en su niñez estaba enamorado de los dioses
paganos griegos, por las formas de su relato estético y por la épica que se
encontraba por debajo de los relatos homéricos o de Hesíodo, no por nada el
niño Howard su segundo seudónimo literario había sido “Messala”, el de la
ciudad de Mesina, o sea el que vive en el mundo clásico helénico. Volviendo a
la construcción mitológica lovecraftiana y relacionándola con la helénica, podemos
en primer lugar ver que los dioses o seres superiores presentados en los
relatos de Lovecraft son criaturas de un origen cósmico extraterrestre que
superan el origen del hombre en millones de años, son fuerzas que
científicamente se pueden comprender, el problema es que la ciencia humana es
incapaz de acceder a la verdad de estos seres sin entrar en la locura máxima.
Estos seres en la religión de Lovecraft solo buscan responder en primera
instancia al origen del universo, luego al destino trágico del hombre, ya que
estos seres eran y son dueños de la tierra, hogar ancestral de la humanidad,
por esta razón están irremediablemente condenada la raza humana, esta raza de
seres superiores o dioses ven al ser hombre como una “hormiga”, un pequeño
estorbo en su camino para recuperar lo que siempre fue de ellos, por esta
razón, los hombres solo pueden presenciar su destrucción siendo incapaces de
poder cambiar este destino trágico. Lovecraft en ningún caso carga a estos
seres con una moral, o sea como buenos o malos, simplemente para él y como en
la naturaleza: son y existen. La destrucción del hombre solo está inmersa en
que estos ocupan su territorio, a nuestro juico aquí se encuentra el meollo del
horror de Lovecraft, cuando los seres no presentan rasgos diabólicos o
salvíficos, simplemente son criaturas que basan su razón de acción en la
superioridad y la capacidad de lograr sus objetivos, aquí se puede apreciar el
sentido helénico de la religión, los dioses sin una alta moral, sin una
finalidad altruista y con un sentido trágico, como muy bien lo explica
Nietzsche en “La Tragedia Griega” utilizan a los hombres en sus acciones y
conflictos, trasformando al hombre en parte del juego de ajedrez de la Moira o
Destino.
Para dar más sustento a su relato
Lovecraft apela a un conocimiento primitivo de estos seres primigenios del cosmos,
es así que generalmente las historias están sostenidas por culturas ancestrales
o primitivas como los esquimales o las tribus africanas subsaharianas, de esta
forma estos grupos culturales menos afectados por los conocimientos científicos
son poseedores de esta verdad maligna, verdad que se trasmite a sus descendiente
a través de conocimientos orales construyendo a partir de extractos el Necronomicon,
es aquí donde entra el juego estético racista de Lovecraft, para él los blancos
ingleses han perdido su capacidad de conocer esas verdades siniestra producto a
lo “civilizado” que están, gracias a la ignorancia del conocimiento positivo y
social, mientras que los grupos tribales de negros, indígenas o/ u orientales
guardan en su genética los antiguos rituales a estos seres terroríficos en una culpa atávica profunda, como aparece en las
obras Arthur Jermyn, El alquimista, La
sombra sobre Innsmouth y El caso de Charles Dexter Ward, esta verdad es develada
por una mente maestra y culta de los blanco, pero al enfrentar esta verdad no
le queda más opción que la locura misma o la muerte liberalizadora. Por tanto,
los grupos raciales que no se ajustan al patrón inglés o germano prusiano son
los sirvientes de estos seres cósmicos de aquí les viene su “degeneración
genética” como muy bien se comprende en la siguiente cita: “Era un ser repugnante, con pinta de gorila,
unos brazos anormalmente largos que me parecían de manera inevitable patas
anteriores, y una cara que irremediablemente hacía pensar en los secretos
insondables del Congo y las llamadas de tam-tam bajo una luna misteriosa. El
cuerpo debió tener peor aspecto en vida, pero el mundo contiene mucha fealdad…”
Contradicción a toda una escuela de
detractores de Lovecraft que lo acusan de ser racista, no creo que estas
visiones estéticas guarden un verdadero racismo, sino que muy por el contrario,
pienso que el oscuro de Providence sentía una atracción genuina a toda cultura
del mundo fuera de la inglesa, más aún el miedo a estas culturas le fascinaba
al extremo de desear conocerlas y estudiarlas en profundidad, por esta razón la
idea de August Derleth de que el racismo de Lovecraft era solo estético cobra
más fuerza aun a medida que penetramos en su interior creador.
Continuara.
INTRODUCCIENDONOS
A
LOS ALTARES
DE LA LOCURA
El nuevo libro de Miguel Acevedo “Los Altares de La Locura” es más que un
simple homenaje al desaparecido escritor
norteamericano H.P. Lovecraft, a pesar que el termino homenaje aparece como
parte del título original. Porque digo esto, pienso que Miguel ha puesto más que sentimiento y pasión en cada
uno de los apartados en que se divide el libro, él además a deseado
introducirse en los recovecos más laberinticos
del pensamiento del Extraño de Providence. Este ejercicio intelectual
supera el sentimiento y entra en el ámbito de la racionalidad especulativa, por
esto creo que nuestro autor antes de escribir, especulo, analizo, realizo una
conversación entre él y su yo interno, este ejercicio de pensar, dio como fruto
un estudio sobre Lovecraft y el mundo que lo rodea, y lo siguió rodeando.
El mérito de Miguel no es poco, ni simple, aún que eso
parezca a simple vista, por que introducirse en la mente de un genio, es un
ejercicio ardoroso y complejo, y se vuelva más cuando se debe poner por escrito. Rescatamos de este
libro la honradez y altura del escritor, que sin temor a la crítica liviana y
superficial, realiza una temeraria, y tiene que ser muy temeraria en estos
tiempos para defender la obra y la vida de un hombre que es cuestionado por su
supuesto racismo, por defender por algún tiempo la obra de Hitler, como si en
su época esto no fuera el pan de cada día
Mi estimado, gracias por dedicarme tu artículo sobre nuestro querido profeta de Providence.
ResponderBorrarCon respecto a mi humilde libro, leí y releí bastante para prepararlo, e intenté de que los textos tuvieran el aspecto de ensayos, sin desmerecer las crónicas que tanto me gustan. Pero quería que este libro tuviera más densidad, por llamarle de alguna forma. Pienso que las criticas contra Locecraft van a arreciar, sobre todo en USA. Y quizás también en Chile, con gente tan buena para abrazar cualquier corriente de moda. Pero finalmente, el tiempo borrará todos los ataques, y la obra de HPL seguirá brillando, nuestra estrella negra, imperecedera.
Miguel
ResponderBorrarDedicarte el texto lo tienes bien merecido, has dedicado buena parte de tu vida a escribir sobre la "estrella negra" como tu bien dices, con relación a tus texto tienen inspiración, pasión y análisis, que esta más allá de solo el gusto por un escritor. Como te habrás percatado esta es la continuación de el estudio de la obra de Lovecraft, solo fata la tercera parte y final, espero tener vida para poder terminarla. gracias por tu comentario.
Mi estimado, te quería hacer una crítica absolutamente constructiva: creo que debes tener un poco más de cuidado en las formalidades de la escritura, con los nombres de Ambrose Bierce o August Derleth, o con expresiones como leit motiv.
ResponderBorrarEso era.
Gracias Miguel lo tendré presente
ResponderBorrarEstimado, te recomiendo mucho este texto, la traducción reciente al español de un ensayo de Joshi.
ResponderBorrarhttps://islasdepapelytinta.com/2018/01/31/traduccion-introduccion-de-an-epicure-in-the-terrible/
Lo imprimi y lo voy a leer, luego te comento
ResponderBorrarQuiero mencionar que es increíble como impacta este autor a las nuevas generaciones. En la unidad de Terror y fantasía de mis clases, los chicos, con el único autor que engancharon fue Lovecraft, incluso uno de ellos empezó a buscar textos por su cuenta y ahora está escribiendo, con bastante talento, sus propias historias de terror. Lovecraft vive!!!!!!
ResponderBorrarExcelente, esa es la inspiración que el viejo de Providence siempre quizo, crear en el lector el deseo de seguir con el circulo de terror, mis más sinceras felicitaciones por aquellos logros, por cierto Miguel nos sugiere un texto de Joshi, lo estoy leyendo y es extraordinario.
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