Dictadura
¿Otra historia secreta
de Chile?
Segunda Parte
El segundo capítulo del
libro, que Jorge titula “Durante”,
para hacer referencia al período de la Dictadura propiamente tal, se inicia
como es de esperan, con la represión de los primeros meses, que fue
singularmente terrible. Creo que en líneas generales nada se le puede criticar
a esta parte del texto, ya que gráficamente nos habla de los asesinatos,
torturas, secuestros, desapariciones, destrucción de la cultura, cierre de
radios y editoriales; persecución de los partidos políticos de izquierda,
receso de los demás partidos, prohibición de reunión, utilización de cuarteles,
estadios y otros recintos como centros de reclusión, por ejemplo el estadio
Nacional, la conformación de la DINA y la aparición de su siniestro director
Manuel Contreras “El Mamo” en la escena política. La ascensión de un Augusto
Pinochet, las luchas intestinas de la Junta de Gobierno. En este punto, todo el
relato es real y escalofriante, el problema que nada de lo que dice Jorge es
una auténtica investigación de él, es copiado de otros libros como: “Los zarpazos del puma”, “El despertar de
los cuervos”, “La danza de los cuervos”, “La mujer de los perros”, “Doña
Lucia”, incluso me atrevería a decir documentales y serie de televisión,
como los realizados por el programa <<Informe
Especial>>, por tanto, si usted lector ha tenido a bien haber leído uno
o más de los libros citados u otros que se refieran al tema, podrá saltarse esta
parte del libro o solo leerá un resumen de las investigaciones ya citadas, que
vendrá a reforzar lo que usted ya sabe.
Fuera de lo antes expuesto, Baradit
realiza una serie de afirmaciones que no se sustentan en ninguna literatura
apropiada y son verdaderas salidas de madres, como decir: “Los militares saquearon las casas de Pablo Neruda, Salvador Allende y
otras figuras públicas.” (pág. 88), las casas del poeta Pablo Neruda fueron
allanadas,
que no es lo mismo que saqueadas, en busca de algún miembros de los
partidos de izquierda, armas o propaganda subversiva para el gobierno, pero no hay datos
que los libros y objetos de sus tres casa fueran robados masivamente o
destruidos, en relación con la casa de Salvador Allende, esta fue bombardeada y
destruida en un alto porcentaje, por tanto, no tenemos pruebas para inferir la
acusación de saqueo; de las “otras”
figuras nada diremos, porque no sabemos a qué casas se refiere.
Estadio Nacional |
En otro apartado, nos dice que el plan “Z” fue una invención de la Junta de Gobierno, lo que es consabido hace muchos años, pero, para cimentar más su afirmación hecha mano a los “Desclasificados archivos de la CIA”, pero si uno revisa estos documentos, no dicen casi nada, ya que están literalmente pintados de negro, con palabras o frases sueltas, que no sabemos su contexto e implicancias, por tanto, no se puede tener mucho en cuenta este tipo de fuente, al menos que sean reforzadas con investigaciones o memorias de los implicados,.
Después habla de los ritos sociales
del régimen militar como “…de las
antorchas y ritos simbólicos típicos del fascismo” (pág.100), esta frase
tiene la evidente intención de realizar
una conexión entre la dictadura militar y los fascismos de Italia y Alemania de
la década del 30’, pero como sabemos, el gobierno de Pinochet de lo que no
tenía era de fascista, y esas ceremonias catárticas no son solo fascistas, como alegremente nos afirma el autor de este
libro, si no, son parte del decorado de los totalitarismos en general o es que
Jorge nunca ha visto las danzas, antorchas y marchas de la URSS, China Popular,
Corea del Norte, Cuba, Rumania, entre otros países de regímenes muy comunistas.
Con relación a la conformación de la
CNI, nuevamente nuestro diseñador comete equivocaciones “Pero al día siguiente se creó la CNI, básicamente la misma estructura,
los mismos agentes, el mismo terror con otro nombre.” (pág. 109), solo lo
referente al terror es correcto, pero la nueva estructura de inteligencia y
represión, tenía características nuevas, estaba inserta en un orden político
militar y su jefe, estaba bajo la estructura de mando y no como la DINA y sus
esbirros, que eran una institución que se mandaba virtualmente sola, los
miembros de la CNI eran nuevos y muchos de ellos sin conexión con la antigua
DINA, por tanto lo dicho por Baradit carece de verdad. En este mismo punto,
nuestro autor nos afirma que Manuel Contreras fue obligado a pasar a retiro y
su siniestra organización disuelta por el atentado a Orlando Letelier en la
capital de Estados Unidos. Pero eso no es del todo cierto, ya que Contreras, se
sentía tan poderoso que cayó en errores políticos dentro del gobierno que le va
a costar su salida, sobre todo el affaire de Argentina de 1977, en donde
sobrepasando todas sus atribuciones, viajo al vecino país, para solucionar el
problema del canal Beagle con su par de inteligencia, cuestión muy bien
explicada en las memorias del entonces ministro del exterior Hernán Cubillo,
esto motivo que Augusto Pinochet y los miembros de la Junta Militar vieran a
Contreras como un peligro, ahora para el gobierno, ya que les hacía sombra, una sombra nefasta para el
régimen militar.
Manuel Contreras |
Al referirse al papel desempeñado por la iglesia Católica, a regañadientes reconoce todas sus acciones valerosas, de cómo se la jugó por la defensa de la dignidad de las personas y los derechos humanos, reconociendo incluso como muchos sacerdotes fueron asesinados y torturados, pero como dije fue a regaña dientes, ya que su exposición del tema comienza con la siguiente frase: “Si hubo un tiempo en el que la iglesia Católica chilena brilló por su arrojo y bravura…” (pág. 110), esto significa, que en otros momentos la iglesia no lo ha hecho, es probable, pero por más de cien años la religión católica se apuesto a la cabeza en defensa de los oprimidos, lucho contra el régimen fascista italiano y alemán, lucho contra los bestiales regímenes comunistas, la han perseguido, la han prohibido, han sido asesinados sus religiosos, han quemado sus templos, y para que no suene a pasado, aun hoy lo hacen, como en China popular, Cuba, Nicaragua, el Estado Islámico, entre otros paraísos terrestres, por tanto, creo que no es la excepción a la regla, sino la regla misma. Con esto no estoy defendiendo los escándalos de abusos y violaciones a niños que han ocurrido dentro de la iglesia, pero una cosa no quita la otra.
Al hacer referencia a las reformas
neoliberales impuesta por la dictadura y como es un tema que Jorge se nota que
no domina para nada, ya que mezcla conceptos, confunde e inventa otros, creo que es talón de Aquiles
del capítulo. Dice que las reformas liberales deseaban sacar al estado como
productor y regulador, en el caso de productor si, ya que los economista de
esta tendencia creen que el estado no puede ser juez y parte, o sea, no puede
producir quesos y al mismo tiempo estimular la creación de empresas privadas de
quesos, ya que no se daría la máxima de la “libre competencia”. Pero estos
mismos economistas le atribuyen al estado su rol justamente de regulador, ya
que es el responsable de que exista una sana competencia a través de un marco
jurídico claro e igualitario, tribunales que los sancionen (como el de la libre
competencia) y reglas del juego trasparentes.
La Vicaria de la Solidaridad |
En este mismo apartado, nuestro diseñador sostiene que el país vivió
sus peores momentos en toda su historia económica, con la mayor inflación, la
más alta taza de desempleos, la menor inversión social, la baja de la calidad
de vida, sosteniendo cada una de estas afirmaciones con un término que repetía
como clamor “estos son datos duros”,
o sea inapelables, pero por más que busque las fuentes en donde se sostienen
sus aseveraciones, no las encontré, solo
hay en su escueta bibliografía los siguientes libros que podrían dar algún
indicio sobre sus lapidarias conclusiones de las políticas económicas como: “El saqueo de los grupos económicos al
estado chileno” de María Olivia Monckeberg, “El régimen de Pinochet” de Carlos Huneeus, “Reformas económicas en Chile; neoliberalismo, crecimiento con equidad,
inclusión, 1973 – 2014” de Ricardo Ffrench- Davis. El primer libro escrito
por una brillante periodista y académica no nos expone ninguno de los puntos
antes dichos por Jorge, se enfoca en la venta de empresas fiscales a bajos
precios a agrupaciones de empresarios de derecha o militares en retiro, a los
“negociados” oscuro de la dictadura en general. El texto de Carlos Huneeus, si
bien toca el tema de las crisis económicas que se generaron durante el régimen
militar, apunta a otro sentido, que fue la imposición del sistema neoliberal y
sus consecuencias en la sociedad chilena. Solo el libro de Ricardo Ffrench- Davis
habla de ese tema, claro está, en ningún momento realiza esa serie de extrañas
afirmaciones, ya que Ricardo lo que desea resaltar es que en Chile se creó un
“mito”, y es que durante la dictadura el país avanzo en el plano económico de
una manera gigantesca, mientras que él sostiene que la economía progreso a
fines del régimen de Pinochet y por su puesto con los gobiernos de la
Concertación.
Podemos decir que don Jorge Baradit después de
leer el libro de Ricardo
Ffrench- Davis, si es que lo leyó, escucho campanas, pero no sabe de qué se
trata el tema y por su puesto hace una serie de afirmaciones a contrapelo, sin
ton ni son. Que cosas no dice nuestro diseñador; primero que la dictadura heredo del gobierno
de Salvador Allende G un déficit público del 30%, una inflación desbocada del 605,9% en 1973, lo que
se tradujo que el poder adquisitivo de los asalariados perdieran un 30% de su
capacidad; los
ingresos tributarios bajaron del 23,7% al 20,2% del PIB; el gasto público creció de forma disparatada
del 26,4% al 44,9%, disparando del 2,7% al 24,7% el déficit de las cuentas de
las Administraciones Públicas, para terminar con las reservas
internacionales por el suelo, ya que pasaron de 320 a 36 millones de dólares.
La balanza comercial pasó de un superávit de 246 millones a un déficit de 73
millones. Todas estas cifras que entrego, que son datos “duros”, es para
mostrar las condiciones en que el gobierno militar tomo las riendas, esto llevo
a que desde 1973 a 1978 el país creciera
lentamente hasta llegar a los mismos niveles que tenía en 1957, este punto por
supuesto Jorge no lo toca para nada, ya que destruiría todo los argumentos que
esgrime.
Ricardo Ffrench- Davis |
Después se habla de la gran crisis de 1982, la
que se prolongó hasta 1986, con respecto a esta, solo lanza ideas como: que la
banca y las financieras estuvieron coludidas con el gobierno, que apareció el
empleo mínimo, que su familia perdió su casa; más allá no llega su análisis, no
dice que los antecedentes más
importantes del debacle fue la sobrevaluación del peso chileno, que fue ayudado
por la paridad de dicha moneda frente al dólar estadounidense, lo que estímulo
a que la banca privada se endeudara en dólares con los bancos internacionales,
que fue a su vez impulsada por la baja de las tasas de interés producto de las
grandes cantidades en moneda estadounidense que los principados petroleros
habían depositado. Los cambios económicos internacionales afectaron
poderosamente este punto, y la banca privada chilena se vio en una inminente
quiebra que habría colapsado todo el sistema financiero, esto llevo al Estado a
realizar una masiva intervención de los bancos y asumir la deuda de estos, como
parte del abultado déficit externo de Chile. Que provoco esto, desempleo,
perdida de la capacidad adquisitiva de la población, entre otras graves consecuencias;
esto se tradujo en un malestar social de inmensas proporciones que los partidos
y grupos contrarios al gobierno supo aprovechar muy bien, a través de la
organización de jornadas de protestas que hicieron temblar al gobierno, quiero
dejar en claro que no apoyo las reformas neoliberales, ni argumento a favor del
despegue económico de 1986, solo expongo la realidad económica de Chile durante
el régimen militar y para borrar la grotesca caricatura que realiza nuestro
buen diseñador.
Jorge no menciona por ninguna parte que el
proceso de recuperación de la economía se inició en 1986 y que para 1988, esta
comenzaba a despegar, cosa que reconoce el propio profesor Ricardo y que el buen manejo de esta por parte de la
Concertación llevó a los niveles de crecimiento hasta 2000.
Terminado
el tema económico, se lanza empicada en contra de la Constitución de 1980, como
buen socialista snob, hace una serie de acusaciones en contra de esta carta
fundamental, tildándola de dictatorial, que tiene una serie de leyes de amarre,
con un sistema binominal que artificialmente aumenta la cantidad de
parlamentarios de derecha en desmedro de los de centro – izquierda, etc., etc.
Pero muchas de las cosas que dice no son correcta o le falta precisiones. Con
relación al sistema binominal, no fue una invención de la derecha chilena, sino
que fue una creación jurídica de la dictadura comunista de Polonia del general Wojciech Jaruzelski, de muy triste
memoria por la violación a los derechos humanos, solo fue adaptada en Chile.
Este sistema que durante años la Concertación o sea la centro izquierda tildo
de anti –democrática, cosa que era cierta, desgarrando vestiduras, como lo hace
Jorge, fue tremendamente beneficiosa para este grupo, ya que dejaba a la
izquierda que no estaba en la concertación fuera, aprovechando esos votos para
aumentar sus representantes artificialmente, por este motivo debieron pasar
casi treinta años para realizar una reforma al sistema electoral, cosa que
nuestro buen diseñador no menciona para nada.
La reforma a la Constitución de 1980 |
Tampoco dice Jorge que la actual carta magna ha
sido tantas veces reformada (1989, 1991, 1994, 1996, 1997, 1999, 2000, 2001,
2003, 2005, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015 y 2017.),
que durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos en una ceremonia especial se
dijo que los cambios introducidos a la constitución la habían trasformado
completamente y que está era “democrática y nueva ” , incluso se le quito la
firma del dictador y toda relación con su persona, para esto solo basta echar
un vistazo en la primera hoja. Por tanto, Jorguito, con esta declamación, solo
desea fingir su descontento ya que su propio colectivo o sea socialistas neoliberales
están muy felices con la constitución.
Luego como si fuera otro Baradit, cambia todo
su discurso pro - derechos humanos, para iniciar una serie de loas a las
acciones terroristas y violentistas de grupos armados del partido comunista,
principalmente el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, resalta como un hecho
heroico la “Operación Retorno” nos
dice: “Por desgracia, toda la Operación
Retorno estaba destinada al fracaso desde su origen (…) El objeto
insurreccional, la toma del poder por las armas, fracaso penosamente (Pág.
125), pero Baradit no se da cuenta, que
lo único que hizo este grupo fue aumentar el grado de violencia y dar una
excusa a la dictadura y sus bestiales organismos de represión para actuar. Parece
que nuestro diseñador no se percata que el camino de la operación retorno
buscaba una guerra civil que hubiera traído no miles, sino cientos de miles de
muertos, torturados, etc. a nuestro
desgarrado país y que fue una locura por parte de la extrema izquierda, como
muchos reconocen en la actualidad. Que además no buscaba el establecimiento de
la democracia, si no la construcción de un estado totalitario comunista, como
muy bien dice sus dirigentes.
Luego el libro vuelve a la represión de la
década de los 80’, con imagen terribles y sangrientas, por todos conocidas a
partir de los informes de la vicaría, entre otros. Es decir, no dice nada nuevo, solo noveliza los
pormenores de estos terribles acontecimiento, lo que no me queda claro si con
una sed de verdadera justicia o morbo sensacionalista. En este punto, realiza
varias menciones a la persona de la ex – presidenta Michelle Bachelet, como que
su padre, madre y ella misma sufrieron graves abusos en sus personas, cosa que
es completamente cierto.
En un giro novedoso y para ponerse a tono con
la ideología de género, que defiende su sector político, habla de la
importancia de las mujeres en la lucha contra la dictadura, dando como ejemplo
a Carmen Hertz, Camila Magni y nuevamente la ex – mandataria; en una verdadera
ovación hacia ellas. Claro que en su canto lirico a las mujeres no hace ninguna
mención al pasado terrorista de Carmen Hertz, el que negaba el señor alcalde de
Recoleta Daniel Jadue, hasta que salió a la luz los recortes de periódico en
donde esta abogada llamaba a la lucha armada y participaba de grupos terrorista;
de la señorita Magni nada que decir, el mismo autor de este libro reconoce su
pasado extremista, para finalizar la ex – presidente de la Republica, que no
solo tenía un pasado terrorista, sino que apoyo a uno de los tiranos más
sanguinarios de Europa Oriental, nos referimos al señor Honecker acusado de más de treinta mil
asesinatos, unos cientos de miles de torturados y deportados, solo debemos
recordar cuando la señora Bachelet en un acto inconcebible frente a las
autoridades democráticas de la actual Alemania, el entonces presidente Joachim Gauck y la Canciller Ángela Merkel, empezó a decir lo feliz que había sido en la
Alemania Democrática, sin percatarse de las miradas de espanto que colocaban
los alemanes, ya que el padre del presidente Joachim, los comunistas lo habían
perseguido, torturado y deportado a Siberia acusado de espía, por recibir una
carta desde la Alemania Federal; mientras que la familia de la Canciller fue
perseguida por la brutal policía secreta germana comunista “Stasi”. Ese es el
símbolo de grandes mujeres que desea mostrarnos Baradit, teniendo miles de
otros verdaderos ejemplo, como la señora Sola Sierra o Viviana Díaz, que con
gran dignidad y valentía se enfrentaron a la represión salvaje de aquella
época. Parece que nuestro diseñador solo quiere nombrar aquellas mujeres con
poder hoy en día, esto se puede traducir claramente, desea conseguir algún
puesto político, de consejero cultura, tal vez.
En este mismo apartado hace un discurso a favor del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, llega a tal su paraginárico, que afirma sin una gota de vergüenza que los atentados nunca fueron con riesgos o víctimas inocentes: “…nunca con riesgos de personas…” (pág. 138), la pregunta es ¿está seguro de esto?, porque fuera de los montajes de la dictadura acerca de increíbles batallas campales entre los extremistas y las fuerzas de represión, si hubo víctimas, en este punto, nos parece necesario recodar a todos esos inocentes que Jorge Baradit con su negacionismo les falta el respeto a su memoria, iniciemos el recorrido de sangre de nuestros nobles terroristas. La fuente para todas estas víctimas del accionar violentista se encuentra en el Informe Rettig "Verdad y Reconciliación" en su tomo dos página 1040 en adelante, cifra en 97 los fallecidos entre 1977 y 1990, escuchaste bien Jorgito 97 personas, a consecuencia de atentados a los derechos humanos provocados por “particulares”, bajo pretextos políticos, esta fue la nomenclatura que se asignó a los civiles y militares asesinados o heridos por acciones de la extrema izquierda, como lo fueron el MIR y FPMR, durante la dictadura, con esto sacamos de la ecuación aquellos que murieron después de la llegada de la democracia, por tanto Jorge, tu infamia no parece tener límites.
En otra parte del capítulo, Jorge asevera lo
siguiente que ocurría en la década de 1980 “Se
golpeaba en las manos a los niños sorprendidos hablando rapa nui o mapudungún
en las salas de clases.” (pág. 146), este dicho de Baradit no lo fundamenta
con ninguna fuente, más bien es a la pasada, para graficar la persecución a las
etnias del país. Creo que nuestro diseñador confunde periodos de nuestra
historia, el siglo XIX y segunda parte del XX, que sí se hacia aquellas
acciones en los colegios, con los años 80’.
Luego, nuevamente hace otra aseveración, al decir que Camilo Sesto y
Julio Iglesias eran franquistas y que por aquella razón venían a Chile.
Nuevamente esta aseveración no se basa en ninguna fuente, hasta donde se ha
investigado sobre los artistas que venían a Chile y eran derechistas, con
alguna admiración hacia el caudillo de España (que falleció en 1973), solo se
tiene presente la figura de José "Pepe"
Vilar Porcel, gran director y actor de comedia, que dicho sea de paso se llevó
muy bien en general con los actores chilenos, tanto de izquierda como de
derecha y se le reconoce que fue un gran defensor del gremio, apoyo a todos los
actores que estaban vetados por razones políticas en la televisión y siempre, les
aseguro un buen sueldo.. Esto nos lleva nuevamente a preguntarnos: por qué
Baradit hace esa afirmación sin mostrarnos ninguna fuente, será que desea
resaltar la relación entre el régimen autoritario de Franco con el chileno y no
sabe cómo puede relacionarlo.
Entre medio de este capítulo, Jorge informa al lector, lo genial que era cuando niño, leyendo textos de Feuerbach, Marcuse y Pizarnik, casi un iluminado al estilo de Leonardo Da Vinci, para que podamos comprender su verdadero nivel intelectual. Para luego, proseguir nuevamente su defensa descarada y sin argumentos de las acciones terroristas del Frente Patriótico Manuel Rodriguez llegando a afirmar entre líneas que fue un aporte para el retorno a la democracia, cuento que se vienen relatando todos estos extremistas desde hace años. Además, hace mención que la toma de las armas por parte del partido comunista fue la excepción a la regla, ya que este conglomerado era democrático y defensor de la institucionalidad y los derechos humanos, claro que olvido que esos mismos comunistas, ya sean miembros, disputados, senadores y políticos n general, bailaban las coreografías de alabanzas hacia Stalín, uno de los genocidas más grandes de la historia, se arrodillaban frente a sanguinarios dictadores como: Erich Honecker, Nicolae Ceaușescu, Fidel Castro, Mao Zadong, entre otros, aún hoy les rinden devoción a estos regímenes brutales, como la dictadura de Nicolás Maduro Moros, a ese partido, Baradit lo coloca como ejemplo de entidad política.
El texto continúa novelizando los pormenores
del atentado al dictador Pinochet, la consecuente venganza de los medios de
opresión del gobierno, para terminar con el plebiscito y el triunfo del No,
historia muy conocida.
Tercer Capítulo
En este capítulo final, Jorge explora la continuidad de la dictadura y como este
legado no ha podido ser destruido completamente, pese a los grandes esfuerzos
realizados por la izquierda chilena, debido al sistema binominal, las leyes de
amare, a una derecha defensora del
legado de la dictadura y a un
empresariado que desea mantener los nichos del sistema neoliberal a toda
costa. Debemos tener presente que las ideas que expresa nuestro autor no son
originales de su pensamiento, sino que son parte de tesis de otros autores, pero eso no
debería sorprendernos, ya que el libro entero es una copia.
Analicemos algunos puntos de este último
capítulo, nuestro indigno investigador al referirse al alevoso crimen del
senador Jaime Guzmán, que dicho sea de paso, ha sido el único senador muerto en
ejercicio, utiliza los mismos términos aplicado a la muerte de Perez-Zujovich, “ajusticiamiento”, a buen entendedor
pocas palabras, justifica y apoya la muerte de Jaime Guzmán, cosa que mucha
gente de izquierda también lo hace hoy en día. Pero contrastando con la imagen
del asesinato del senador de la UDI, si realiza un sentido relato de la muerte
alevosa de dos frentistas que son los de Raúl Pellegrin y Cecilia Magni,
quienes habían participado en el ataque al reten de Los Queñes, que termino con
la muerte del cabo Juvenal Vargas y dejo a otro carabinero herido; que clase de
esquizofrénico es este seudo – historiador, acepta y avala un crimen y condena
otro, es incomprensible.
Acusa que durante el gobierno de Patricio
Aylwin continuo la sombra de Pinochet, impidiendo cualquier acción en contra de
los esbirros de los servicios de inteligencia, como de los fraudes cometidos
por su hijo mayor, todas cosas sabidas, nuevamente, acusa al sistema binominal,
a los militares, a la derecha y por su puesto al empresariado de mantener la
sombra de la dictadura. Pero, nunca se refiere a que las nuevas autoridades de
izquierda, ya no eran las mismas que llegaron un día al poder con Salvador
Allende, que eran socialista “tercera” vía o “jurel tipo salmón”, muy
neoliberales, empresariales, partidario del sistema binominal en privado,
amantes de los lujos y el poder, nada quedaba de los “socialistas soñadores”,
esos pocos que aun defendían la obra de Allende fueron corridos con el pie.
Estos nuevos socialistas, transformaron la persona del “Chicho”, en una
caricatura, un monumento que colocar en una plaza, alguien que ya no puede
hacer nada y al que se puede instrumentalizar, el socialismo del siglo XXI está
más preocupado del medio ambiente, de las inversiones y el enriquecimiento
personal, que hacer una revolución proletaria, solo se debe mirar hacia Brasil
para tener un ejemplo de esto, en este sentido, las palabras del humorista
Palta Meléndez son reveladoras de la decadencia de la izquierda actual, ya que “…puta que han cambiado los compañeros”.
Claro, que en este capítulo, nuestro Jorge, no
pierde el tiempo para presentarse como un ferviente y heroico defensor de la
democracia naciente, que incluso estaba dispuesto a derramar su propia sangre
por está, ya que nos afirma con dramático lenguaje que “Era chico el 73, ahora me toca aperrar a mí. Me habría gustado tener
familia” (pág. 180), si su deseo es defender causas nobles le puedo
asegurar que sus congéneres en Palestina necesitan de su heroísmo, también el
gobierno tambaleante de Maduro, ahí nos puede demostrar de que esta hecho, al
menos que esto sea solo una palabrería barata de un socialista snob.
Para parecer lo que no es, un luchador social,
hace un homenaje a una mujer que debemos decir que fue una grande de la
izquierda, nos referimos a Gladys Marin, que nuestro innoble diseñador la
exalta como la primera persona que coloco una querella contra Pinochet por
genocida. Gladys Marin fue mucha más que eso, es quizás el orgullo más
importante del partido comunista, el antiguo, no el neoliberal y empresarial de
ahora, esa es una mujer de respeto.
El capítulo termina, como es obvio de suponer,
con la muerte del ex – dictador, pero nuestro diseñador no puede finalizar la
historia, sino con una mentira, para enaltecer a la que es su heroína, Michelle
Bachelet, al decir: “…hija de un general
muerto producto de las torturas durante 1973, no le concedió funerales de jefe
de Estado ni asistió a sus exequias” (pág. 184); pero aunque le duela a
nuestro querido Jorgito esto no es cierto, en primer lugar los funerales no los
decreta el presidente de la Republica como capricho personal, sino que está
dispuestos por ley, cosa que Baradit supongo que sabes, que incluso tu amiga,
la señora Bachellet, está por debajo de la ley. El hecho fue que la familia del
dictador para impedir desmanes durante el funeral, ya que el protocolo impone
una serie de medidas como que las exequias se realice en la Catedral y sean
públicas, que el féretro sea llevado en la coruña del ejército, por las
arterias principales de la ciudad, etc, etc. Esto motivo que aceptaran la
propuesta del ejercito de hacer un funeral de comandante en jefe, que es más
privado y tiene otro protocolo, por esta razón fue Jorge, vez que tu amiga
también estuvo a la sombra de la dictadura.
El final del libro es un sentido
epilogo – resumen de todas las ideas muy poco originales de nuestro seudo – investigador, no comentaremos nada
más, solo una cosa, que se puede apreciar un nivel de hipocresía tremendo en
las palabras de este hombre, que es capaz de negar cual judas a sus propios
amigos por un minuto de fama, solo pregunten a Nicolás López, si puede hacer
esto, imaginen que puede hacer con la historia de Chile.